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Kelly Clarkson tiene algo de «química» con el sonido ‘Blue Jeans’

El próximo 23 de junio, Kelly Clarkson aportará su propia entrada al canon de discos post-divorcio de la historia. ‘Chemistry’ será el primer lanzamiento de Clarkson desde 2017 y contará con dos extrañas colaboraciones del actor Steve Martin y de Sheila E., quien fuera batería de Prince en la época de ‘Purple Rain’.

Cada canción de ‘Chemistry’ representará una fase diferente del duelo, como las de ‘Vulnicura‘. Los dos primeros adelantos lo atestiguan. En ‘mine’, Clarkson pierde «toda la esperanza en el amor y toda la fe», en ‘me’ apunta directamente a su ex-marido por sus «inseguridades». En medio de las dos tiene lugar un viaje de «autodescubrimiento» y de aceptación.

La dirección musical convence a medias. Por un lado, ni ‘mine’ ni ‘me’ se rebozan en la miseria y hacen buen uso de sus influencias. Por otro, como canciones, ocupan un lugar discreto en el repertorio de Clarkson y no representan ninguna revelación.

‘mine’, el single principal, funciona en un formato de torch song que recuerda a Chris Isaak e incluso a la Lana Del Rey de ‘Blue Jeans’, pero el estribillo pesa como una pluma, lo cual compensa la balanza. Más soul, ‘me’ lleva a Clarkson a los tiempos en que lideraba el coro de la iglesia y envuelve su voz con el sonido de un órgano y un coro góspel.

Los ingredientes estaban ahí para que Clarkson diera con una receta mágica, sobre todo porque sus dotes vocales no se han indo a ningún lado. Pero tanto ‘mine’ como ‘me’ llegan, en el plano compositivo, faltas de inspiració. El apoyo en clichés como «no necesito a nadie cuando me tengo a mí» expone que a estas canciones les falta una profundidad a la que la presentadora de ‘The Kelly Clarkson Show’ no ha podido llegar.

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Publicado por
Jordi Bardají