Música

Miss Caffeina / Shangái Baby

Miss Caffeina suceden su último disco ‘El año del tigre‘ con un EP relacionado estéticamente, ‘Shangái Baby’. Es como si estuviéramos ante la reedición del álbum, pero aparte. Y con la misma función: alargar un poco la era de cara a los festivales de verano.

La buena noticia es que no parecemos estar ante descartes de viejísimas sesiones. Las composiciones tienen en su mayoría su propia identidad, comenzando por ‘Para toda la vida‘, uno de sus singles más machacones, directos y comerciales, que parece estar dando ciertos frutos en las listas virales. No es su producción más enriquecedora, sí posiblemente una de las más eficientes. No es el nuevo ‘Mira cómo vuelo’ sino el nuevo ‘Danceteria’: una cosa que parecía un poco improvisada, y ahora ya no puede salir de su repertorio en directo.

‘Para toda la vida’ apela a una ruptura, quizá personal, quizá profesional (la marcha de un miembro de la banda, Álvaro Navarro), y no es la única composición de ‘Shangái Baby’ que nos habla de algo así. También tenemos ‘Fade Out’, sobre lo triste que es que todo termine con un «fade out», incluso la música, aunque esta grabación opte por cortar en seco.

Otras canciones nos hablan más bien de amor, y resultan ser las mejores. ‘Y de repente’ es un tema menos obvio que ‘Para toda la vida’, melódicamente más rico, con una atractiva línea de sintetizadores marcando el estribillo, y cierto poso de melancolía. Miss Caffeina han hecho algunas de las mejores canciones sobre sexo de nuestro país últimamente (‘Venimos’, ‘Prende’), y esta habla de algo similar, acaso un amor prohibido («un roce en el momento perfecto, mañana es solamente mañana, y si te he visto no me acuerdo»).

La titular ‘Shangái Baby’ reincide en esa mezcla de guitarras y sintetizadores, a punto de distorsionarse pero no -ese sonido que caracterizó a los mejores Phoenix-, con una intro de teclados que solo podemos emparentar con los años 80 de a-ha y Olé Olé. Si estás atrapade en un post de Miss Caffeina diciendo que ya no son lo que eran, a este estribillo no hay quien le tosa: «Hay una luz que se enciende al besarte (…) hay una herida que se cierra al tocarte».

Después, sí es cierto que ‘Sin embargo no’ pasa más desapercibida (debería ser más oscura si realmente pretende ser el tema oscuro del EP). Y que urge al grupo una reinvención estética como la que intentaron en la notable ‘Me voy’, ejecutaron magistralmente en ‘Merlí‘ o como la que encontraron Fangoria en un tema tan icónico como ‘Dramas y comedias’. Los estribillos, los pre-estribillos, los puentes, las líneas de sintetizador… sí que continúan estando en su sitio.

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Publicado por
Sebas E. Alonso