Una de las grandes revelaciones nacionales de 2023 es La Plazuela, el dúo de Granada que ha sabido fusionar flamenco y funky como pocos, lanzando canciones divertidas e inmediatas que no han tardado en convertirse en hits de su repertorio. ‘Tangos de Copera’, ‘La Tarara’ o ‘La Antigua Judería’ se cuentan entre los mayores éxitos de La Plazuela y todos son previos al lanzamiento de su primer disco.
Habla maravillas de ‘Roneo Funk Club’ que su secuencia no necesita esos singles en absoluto. Ha habido otros posteriores, como el bailable disco-funky de ‘Péiname Juana’ (titulazo), pero ‘Roneo Funk Club’ también funciona como obra completa: ‘La ida’ y ‘La vuelta’ enmarcan el disco y el ritmo de la secuencia está estupendamente calculado. Mientras unos dicen que ya no se escuchan discos enteros, otros se preocupan de que el viaje suene bien de principio a fin.
La escucha también es enriquecedora. No, ‘Roneo Funk Club’ no es un disco moderno y tampoco sibarita. Las influencias de Manuel Hidalgo Sierra (Indio) y Luis Abril Martín (Nitro) están aplicadas no con la mayor finura y a ellos aún les falta pulirse como vocalistas. Ellos dice que el reto es no sonar exactamente como sus influencias y tengo dudas de que lo hayan conseguido. Sin embargo, nadie está fusionando a Los Chichos con Daft Punk con tanta gracia y, sobre todo, nadie lo está haciendo con canciones tan divertidas. Puede que su propuesta no sea una revelación, pero ellos sí están sabiendo tocar los botones adecuados y ajustar la fórmula hasta dar con canciones que, como ellos mismos han declarado
, están “conectando con una generación”.La clave de La Plazuela -como ya comentamos- es que apelan a una nostalgia particularmente andaluza (exhibida en sus propios títulos y en su nombre) y la cruzan con ritmos de electrónica que conectan con los tiempos de hoy. En una misma canción te pueden hacer bailar y llorar con una frase tan bonita como “las viejas llevan una hora levantás, llevan ya sus dos barras de pan”, como hacen en ‘La Primerica Helá’. En ‘Realejo Beach’ batallan la ansiedad con ritmos de disco-funk irresistibles. Y si en ‘La Ida’ tienen una idea que no han tenido ni Rosalía ni C. Tangana, samplear la melodía de un afilador, mezclándola con el griterío de las señoras del pueblo, en ‘La vuelta’ ponen los pelos de punta yéndose por colombianas.
Indio y Nitro son jóvenes. Nacieron en 1998. Pero también llevan tiempo cantando y produciendo y en ‘Roneo Funk Club’ demuestran una gran experiencia musical. ‘Tu Palabra’ es una fusión espectacular de rumbita, funk y vocoders a lo Daft Punk a la que poco a poco se agregan teclados espaciales y otros efectos hasta llegar a una coda instrumental que podría durar el doble. Más ambiciosa es ‘Mira La Niña’, el gran “statement” del disco por su incursión radical en la pista de baile. No estoy seguro de que el estribillo flamenco funcione dentro de esta locura de UK Garage, retazos de house y acordes jazz que termina más alto todavía con la entrada de un beat de acid apoteósico; pero la suma de influencias sí se queda cerca de redondear la producción más electrónica de su carrera.
Cantan La Plazuela en ‘El lao de la pena’ que la “ola de Madrid a Graná no nos llega”. No es que la canción necesite ninguna ola madrileña cuando ya sabe asimilar influencias del drum n’ bass a la vez que conmueve con una de las melodías más bonitas que Indio y Nitro han escrito. Puede que la música de La Plazuela no necesite más “olas” que las que ellos mismos le aportan con su gracejo, talento y musicalidad. Lo demuestra, más que nada, el sólido repertorio que les está quedando.