Música

Fred again.., Brian Eno / Secret Life

La alianza de Fred again.. y Brian Eno parece random, pero no lo es: los dos se conocen desde hace años. En 2008, el adolescente de 16 años Frederick John Philip Gibson fue aceptado en una clase de canto acapella de Brian Eno. Desde entonces, Eno se ha convertido en un mentor para Fred again.., aunque el autor de ‘Music for Airports’ dice que esa relación es recíproca. En concreto, asegura que la fórmula de producción de Fred again.., tan apegada a la colaboración, tan aficionada a samplear audios de Youtube o Instagram, le parece nueva, algo que nunca ha escuchado.

Curiosamente, la música de Fred again.. nunca se ha definido por su originalidad o, mejor dicho, por su innovación. Escuchar cada uno de los tres discos que conforman su trilogía titulada ‘Actual Life’ es darse de bruces con las típicas influencias que van de Caribou a Burial. Fred sí ha conseguido dar con la tecla para llegar donde muchos de sus colegas de profesión no han llegado: al mainstream. Pero este hecho no significa necesariamente que su propuesta sea interesante.

En su paso al ambient sucede lo mismo. ‘Secret Life’ es el disco que junta a Fred again.. y Brian Eno (y que edita Four Tet en su sello Text Records) y naturalmente aquí las bases bailables son completamente reemplazadas por notas de piano sostenidas hasta el infinito, voces sumergidas en ecos oceánicos y los típicos “sonidos encontrados” grabados en el mundo real. Fred canta en algunas pistas, aplicando una voz a veces balbuceada, cantándonos que “nos echa de menos” o animándonos a seguir adelante.

La belleza de ‘Secret Life’ es evidente. Tanto que suena algo manufacturada. Ahora está de moda decir que algo “parece hecho por inteligencia artificial”, y puede que sea el caso. ‘I Saw You’ es hermosa en su drama contenido, ‘Enough’ -que ha sido Canción Del Día en estas páginas- la mejor por la melodía como lloriqueada de Fred, preciosa en compañía del piano, y es curioso que hasta en una composición ambient como ‘Secret Life’, con sus guitarras rasgueadas y sus sonidos extraídos de la naturaleza, Fred y Brian entreguen un estribillo que suena pop.

El problema es que la creación de atmósferas bonitas per se no significa que el ambient sea, repito, interesante. Aquí los “checks” del ambient están perfectamente cumplidos, pero muchas de las composiciones se conforman con languidecer y desarrollar una atmósfera etérea cuya belleza resulta sentimental y poco imaginativa. ‘Radio’ es un ejemplo, luego estoy seguro de que las voces refractadas de ‘Safety’ las he escuchado en un disco de Koreless y ‘Secret Life’ se inclina hacia lo soporífero en su tramo final. Tal es el “secreto” de este disco que pasa como un suspiro, difuminándose en el aire sin dejar rastro.

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Publicado por
Jordi Bardají