Música

Alison Goldfrapp / The Love Invention

Goldfrapp se han reinventado tantas veces, y en estilos tan distintos, que cuesta imaginar cuál será su siguiente paso. De momento, Alison ha decidido separarse brevemente de Will Gregory y aventurarse en solitario. ‘The Love Invention’ es su “homenaje a la pista de baile”, pero no suena exactamente a ‘Black Cherry’ ni a ‘Supernature’ ni a ‘Head First’, aunque guarda ecos de todos ellos.

Menos referencial parece haber sido el oscuro ‘Silver Eye’, pero quizá sea un error buscar parecidos en el catálogo de Goldfrapp. Para su debut en solitario, Alison ha contado en concreto con dos productores, Richard X y James Greenwood. El primero es conocido por su trabajo con Annie o Little Boots, el segundo por haber colaborado con Daniel Avery o Death in Vegas. Con ellos, Alison entrega un álbum de electropop rematadamente bailable y bien engrasado en el que, irónicamente, la presencia de Alison no se hace notar tanto.

El sonido de Richard X, influido por Kraftwerk y la Human League, está muy presente en ‘The Love Invention’ y navega la fina línea entre modernidad y nostalgia. No se sabe si el disco llega desde 2007 o desde 2047. Hay momentos que recuerdan a ‘Overpowered’, como ‘Digging Deeper Now’, y ‘Fever’ captura la esencia glam de la mejor Sophie Ellis-Bextor. Curiosamente, ambos nos han llegado primero por la vía de remixes porque Alison los considera parte del disco.

Tanto Claptone como Paul Woolford han firmado revisiones bastante apañadas de estos dos temas, pero la producción de ‘The Love Invention’ tiene más enjundia. De hecho, sobresale por encima de las melodías de Alison. Sus “breathy vocals” pueden tirar a algunos para atrás: no es mi caso. Y sus melodías aún retienen el misterio que tanto nos enamoró de Goldfrapp. Sin embargo, en ocasiones es inevitable pensar que la producción se las lleva de por medio, como sucede en la aburrida balada ‘Subterfuge’ o en ‘The Beat Divine’: aquí se esconde un temazo de post-disco que no termina de explotar.

Cuando melodías y producción se funden en perfecta sinergia, ‘The Love Invention’ es excelente. ‘NeverStop’ puede que carezca de la entidad de los singles de Goldfrapp, pero su sonido de pop cyborg abre el disco con contundencia; ‘In Electric Blue’ es una pequeña joya de synth-pop a lo Chvrches y el future disco de ‘So Hard So Hot’ y del corte titular convencen en su modernización del sonido Giorgio Moroder. Cuando la intención es hacer una bestia electro, Alison y los suyos dan con ‘Gatto Gelato’, un pedazo de banger que suena como Alison Goldfrapp perdida en el Berghain.

Volviendo al asunto “single”, es cierto que los de ‘The Love Invention’ no sugieren que vayan a convertirse en grandes clásicos. Sin embargo, la atmósfera que crea el disco en su totalidad, explorando algo así como un pop industrial hiperfeminizado, es subyugante y Alison vuelve a demostrar cuán necesaria es su elegancia en la música pop. Con una producción que -y lo voy a decir- ya querríamos para Kylie, el chute de pop futurista de ‘The Love Invention’ es más que una mera anécdota en el universo de Goldfrapp.

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Publicado por
Jordi Bardají