Recycled J llega a su tercer disco -EP’s aparte- siendo una de las voces románticas, sentimentales, emocionales -llamadlo como queráis- de la música urbana -ídem-. El símbolo representativo de este disco es una rosa -con sus espinas-. El single ‘150 canciones’ se promocionó con una portada en forma de corazón. El color, el rojo.
En esta tesitura, el nombre del álbum, ‘CASANOVA’, es ambiguo, en tanto que muchas de las canciones tienen un poso amargo, conduciendo hacia un desenlace de disco que no puede decir más claro: «si te vas, que sea PA NO VOLVER». El tema propiamente llamado ‘Casanova’ sí se jacta del drama de primer mundo que supone ser un «casanova». Su puente es un listado de conquistas. Pero hay puntos más agridulces, como al comienzo de la misma canción: «Colecciono historias con tres puntos suspensivos / La cago cada vez que me enamoro / Me convertí en mi peor enemigo».
Musicalmente, el disco equilibra las influencias urbanas y pop. El disco comienza sonando abiertamente pop, con el single ‘150 canciones’, tiene varios devaneos con el R&B de guitarrita, como el efectivo tema ‘Ganas’ o ‘NO HAY MANERA’, que arranca como una plana balada. Pero no renuncia al rap (‘PERRO HAMBRIENTO’, ‘ROSAS FREESTYLE’) ni a la electrónica con matices.
Esta última es la parte más rica, sobre todo cuando Recycled J no teme acercarse al electropop, como en el medio tiempo ‘10.000 kms’. O en la estupenda ‘PRIMADONNA’, por la que pasean Marilyn Monroe y todas las marcas posibles, de Chanel a Cartier, pasando por Calvin Klein, Ralph Laurent, Gaultier, Celine y Bulgari. La mencionada ‘ROSAS FREESTYLE’, con la co-producción de Pablo Rouss, está llena de detalle como una grabación de James Blake.
Recycled J quiere ser un artista entregado a la causa (del amor y del desamor), y es cuando se desmelena y se olvida de si está haciendo un hit o no, cuando realmente destaca sobre la media. La penúltima pista es una súplica que grita ‘DIME ALGO’, y qué buena forma habría sido esa de terminar este pasional álbum: chillando.