Cómic

Dragon Ball poco «Super»

Desde que descubrí la aplicación de MANGA PLUS cada mes para mí significaba tachar con impaciencia los días que quedaban en el calendario para la llegada de un nuevo capítulo de la secuela de ‘Dragon Ball Z’. Una ilusión que ha sido sustituida por un constante “venga, que pase esto rápido que tengo cosas que hacer”. ¿El motivo? Destrozar mis expectativas cuando hace casi un año pagué mi entrada de cine para ver un mal remake de ‘Bio-Broly’ no fue suficiente, ahora tengo, tememos (los fans de este shonen), que aguantar durante no se sabe cuánto tiempo una adaptación al manga bastante desaprovechada.

‘Dragon Ball Super’ venía de una cima muy alta a la que le costó mucho llegar después de los arcos argumentales de Moro y Granola, llenos de acción, entrenamientos como los de la época ‘Z’ y sangre, que ya iba siendo hora. Llegados a este punto, la historia desciende en caída libre y sin paracaídas. El último arco argumental, además, fue un regalo en cuanto a nostalgia, historia del manga, aprendizaje marcial y desenlace; un final que todos los fans, o al menos personalmente, esperábamos y a la vez éramos incapaz de imaginar. La pregunta que nos planteaban al principio de dicho arco “¿quién será el más fuerte del universo?” quedó en un stand by bastante confuso. ¿Será Goku, será Vegeta o será un renovado Freezer? Gohan se sumó a esa lista después del estreno de ‘Super Hero’ y otros conspiradores incluyen también a Broly.

Discusión aparte, después de un periodo de parón, y por primera vez desde el arco de ‘La Batalla de los Dioses’, se anunció que la última película se adaptaría al manga como una saga más, noticia que fue recibida con entusiasmo y escepticismo. Me atrevería a decir que con más de lo primero por dos razones: porque el foco de la acción por fin recaía sobre otros personajes más allá de Goku y Vegeta y porque el manga era la oportunidad perfecta para corregir varios errores imperdonables de la película. Digo “era” en pasado porque los tres últimos capítulos han sido más que suficientes para pasarme al lado escéptico por algo tan sencillo como que la broma de que el propio creador de la historia olvide y pase por alto el recorrido de evolución de sus personajes ya no tiene gracia. Goku es un personaje cada vez más infantilizado (y sin haberlo convertido en niño) y con las neuronas en rompan filas; su hijo Gohan tampoco termina de espabilar aún con todo lo sucedido últimamente en la Tierra. Y será mejor que pare aquí antes de convertirme en carne de hater.

En su lugar, voy a ser yo el que plantee una pregunta, o varias. ¿A qué están jugando? ¿Qué pretenden Akira Toriyama y Toyotaro estirando el chicle de una historia que ya hemos visto en cines y en la que su nueva versión deja bastante que desear? ¿Es una cortina de humo para tapar algo más gordo? ¿La calma que precede a la tormenta? Pienso en ello desde el último Día de Goku. No hubo anuncios ni comunicados relevantes. Además, quedan seis capítulos hasta que llegue el número 100 del manga, ¿será entonces cuando ocurra algo que de verdad merezca la pena? Quiero consolarme con estas teorías, pero sé por experiencia que nos van a trolear otra vez.

Por eso, tengo poco más que añadir. El arco de ‘Super Hero’ es una sucesión de hechos tan soporíferos que no entiendo cómo se me hacen tan lentos con lo rápido que pasan. Apenas se han introducido elementos o escenas nuevas que no se vieron en la película y en cuanto a los errores argumentales, creo que mi opinión ya he quedado clara. El único consuelo que me queda es que Toyotaro se ponga las pilas y los próximos diseños de Orange Piccolo y Gohan Beast merezcan visualmente la pena. Ya hubo un primer adelanto de Cell Max en los últimos capítulos y lo cierto es que not bad, aunque me siga pareciendo un personaje pobre, insulso y desperdiciado, más allá de ser una espinita que Toriyama se sacó del corazón.

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Publicado por
Gabri Lozano