will.I.am. y Britney bitch han estrenado ‘Mind Your Business’, su nueva colaboración, la quinta entre ambos después de ‘Big Fat Bass’, ‘Scream & Shout’, ‘Work Bitch’ e ‘It Should Be Easy’. ‘Mind Your Business’ es -aparentemente- un descarte rescatado de ‘Britney Jean‘ (2013), pero esto no se ha confirmado.
La buena noticia que da ‘Mind Your Business’ es que Britney está de vuelta. La mala es que la canción es absurda hasta el punto de parecer una broma. Lo cual no está mal per se: ‘Gangnam Style’ también lo parecía y fue macrohit. Las playlists de novedades de hoy se curan en salud y colocan ‘Mind Your Business’ bien abajo, no vaya a ser que espante al personal.
‘Mind Your Business’ busca un gancho deliberadamente infantiloide. La letra, repetitiva, a menudo no parece inglés: si lo de ‘Womanizer’ sonaba a «wachi wachi», si estabas harto de tanto «Padam Padam», espera a escuchar estos «mind your b, mind your b», «lookyloos», «watchy woahs» que prometen devorarte el cerebro.
Con evidentes ecos a ‘Scream & Shout’ en la producción, en un estilo de electro oscuro y machacón, solo que más robótica aún, ‘Mind Your Business’ incluye un puente vocoderizado y alcanza la categoría de dadaísta con la entrada de un coro góspel en los últimos treinta segundos que provoca risa y terror a partes iguales.
Con ese título, ‘Mind Your Business’ iba a ser un comentario sobre la fama, y así es: Britney canta que va por Hollywood y por Londres y que va escuchando a los paparazzi allá donde va. «Soy la economía», canta, en el momento más rotundo de la letra. Las (probables) referencias a ‘Every Breath You Take’ y ‘Who Let the Dogs Out’ ya son más inexplicables.