«¿Ha visto una mierda semejante en su vida?», le dijo una señora mayor a Billy Wilder camino de los lavabos del cine donde se presentaba ‘El crepúsculo de los dioses’ (1950). «Francamente, no», respondió el director. Esta anécdota, recogida por Cameron Crowe en su imprescindible ‘Conversaciones con Billy Wilder’ (Alianza, 2012), se hace eco de la principal razón de la mala acogida que tuvo ‘Sunset Boulevard’ fuera de las grandes ciudades de Estados Unidos: lo inusual y osado de su punto de vista. La película, recordemos, está narrada en forma de flashback por un muerto.
Este muerto aparece al final del vídeo ‘Estrella solitaria’, de Toño Chouza, autor de varios clips –’Fukushima’, ‘No eres tú 666D’- para Triángulo de Amor Bizarro. El espíritu de Norma Desmond sobrevuela la canción de la banda gallega como una estrella errante. El vídeo comienza con Rodrigo Caamaño proyectando películas en plan Erich von Stroheim, mientras Isabel Cea aparece en la pantalla cual Gloria Swanson.
A partir de ese momento, ‘Estrella solitaria’, con las estrellas del firmamento como hilo conductor argumental, explota como una supernova. Se suceden los formatos, las variaciones y texturas fotográficas, los quiebros metalingüísticos, las metáforas…, algunas tan elocuentes como ese vinilo que suena en medio del bosque y acaba reducido a un mero objeto para practicar el tiro al plato.
Volvemos a Cameron Crowe. Al final de un pase privado de ‘El crepúsculo de los dioses’, Barbara Stanwyck, quien se encontraba en el cenit de su fama (acumulaba cuatro nominaciones a los Oscar en diez años), estaba tan impresionada por la actuación de Gloria Swanson que se arrodilló ante ella y le besó el dobladillo del vestido. ¿Le besamos el dobladillo a Triángulo de Amor Bizarro por SED, su nuevo disco?