El cine de Nanni Moretti siempre ha navegado entre la ficción y lo autobiográfico. A menudo, sus películas nacen de su propia vida, pero las adorna con elementos ficticios, buscando respuestas en esas tramas (re)imaginadas. Su cine a veces corre el riesgo de poder ser tachado de egocéntrico o autocomplaciente, y si en alguna ocasión lo es, pocas veces ha importado tan poco como en ‘El sol del futuro’, una película que dialoga con su célebre ‘Caro Diario’ (1993), que ha vuelto a algunas salas españolas con motivo del estreno de la película que nos ocupa.
Moretti interpreta a un cineasta que está sumido de lleno en el proceso creativo de su próxima película, tanto que es incapaz de ver que su relación con su mujer -y productora de todas sus obras- está llegando a su fin. A su hija tampoco parecen importarle ya demasiado los rituales costumbristas de su padre, como por ejemplo, ver ‘Lola’ de Jacques Demy con toda la familia la noche antes de empezar a rodar.
A través de una narrativa metacinematográfica, el veterano cineasta explora su etapa vital a la par que se cuestiona sus decisiones y su obstinado carácter. Moretti hace infinitas alusiones a la grandeza histórica del cine italiano, y aporta un tono tan desenfadado como nostálgico. ‘El sol del futuro’ se viste de comedia ligera, pero en su corazón se esconde un profundo, cariñoso y crítico retrato de la sociedad italiana. Y lo más valioso: una convicción férrea de lo que el cine debe ser y de lo que no debe ser.
En la secuencia más memorable de ‘El sol del futuro’, el protagonista para un rodaje ajeno para explicar y defender a capa y espada su visión sobre la representación de la violencia en el cine. En unos tiempos donde cada vez las películas tienden a ser más crueles y a estar cargadas de grandes dosis de violencia normalizada, Moretti aboga por un cine moralmente responsable con sus mecanismos narrativos y sus recursos visuales.
Uno de los grandes puntos álgidos en el cine del italiano en general y en esta película en particular, es el complicado balance que consigue entre la tensión dramática y la comedia. Para ello se rodea de algunos de sus actores de confianza, como la siempre espléndida y expresiva Margheritta Buy -musa de sus últimas películas- o el gran Silvio Orlando, que comprenden perfectamente su universo y saben aportar tempo cómico en situaciones dramáticas.
‘El sol del futuro’ es, aunque pueda no parecerlo, una melancólica oda a la vida y, por supuesto, al cine. Moretti defiende con integridad sus valores morales y políticos -dando una patada al actual gobierno ultraderechista de su país- mediante de una tragicomedia que celebra el cine como un método infalible contra la oscuridad.