Música

Abhir Hathi / BROWN BOY

“Cada vez valoro más la paz, yo ya gané el día que la prioricé”, rapea orgulloso Abhir Hathiramani en ‘BOMBAY A LAS PALMAS’, a la vez que revela el tema principal de ‘BROWN BOY’: la paz interior. De hecho, ya lo introduce en el mantra que abre el LP, ‘SHANTI’, que podría traducirse como “paz” o “calma”. El rapero y cantante canario, de familia hindú, ha convertido en disco las dificultades vitales a las que se ha enfrentado desde su último proyecto, ‘Lazos Y Nudos’ (2021), entre las que se incluyen una crisis de identidad y la búsqueda de un sonido que no pretenda complacer a nadie. Solo a sí mismo, porque “una vida complaciendo es una vida infeliz” (‘ALYX’). Por ello, ‘BROWN BOY’ suena como algo salido de un plano mental renovado, y que vibra muy alto.

Dejando en un segundo plano la vena R&B que exhibió en su primer disco, Abhir se ha juntado con el productor logroñés Saint Lowe para hacer un disco con el mass appeal y el aspecto cinemático de los de Kanye West o Travis Scott, con todos los samples reconocibles que eso conlleva, y con el apartado experimental de artistas nacionales como Ralphie Choo. A la vez, el artista de 27 años se postula como otra de las grandes estrellas de la música canaria, junto a Quevedo y Cruz Cafuné, ambos presentes en la tracklist. El rap español por fin ha alcanzado al estadounidense en cuanto a producción y habilidad se refiere, y ‘BROWN BOY’ es un gran ejemplo de ello.

Después de la calma de la intro, Abhir flexea sobre su propia evolución personal en ‘BANGLADESH’, un banger de talla mundial en el que el canario muestra una de sus grandes cualidades, y que hoy en día tampoco es tan común. Lo que dice Abhir, y cómo lo dice, es muy interesante. Te hace querer escuchar. Presume de sus logros, posición, estilo, talento… como cualquier otro, pero lo hace con sus propios códigos (“Si eres chota no te salva ni un rebranding”) y gana mucho cuanto más real se pone (“Qué hubiera pasado, si el Abhir del pasado se quedara to’ estancado en el hachís y la fufa”). En la misma línea está ‘HOTTEST.YOUNG.MEN.in.BIZNESS’, tema en el que Abhir y Cruz Cafuné se convierten a efectos prácticos en The Hillbillies, AKA Kendrick Lamar y Baby Keem pasándoselo bien.

Hathi sigue derrochando carisma en ‘GO GETTER’, uno de los grandes singles del disco, que auguraba un tono experimental que por suerte se puede apreciar en más temas. Comenzando con el sample original de ‘Don’t Phunk With My Heart’, que por supuesto es de una canción india, Abhir no para de lanzar dardos sobre un beat tribal y minimalista (“Entrando pal’ antro, ¿por qué me hablas de NFTs? / Las estás espantando”). ‘BROWN BOY BOUNCE’, el jersey club que no puede faltar, y ‘TUTUTÚ’ son otras dos joyas que ejemplifican perfectamente el lema del álbum: “Hard music for calm souls”.

Canciones como ‘ABEL’ o ‘6 ANILLOS’ muestran a Abhir en su registro melódico y personal, pero el mindset es el mismo. Prueba de esto, el estribillo de ‘ABEL’: “Hijueputas que vengan con sus propias conclusiones, puede que vuelvan con sus propias contusiones”. También siguen existiendo los típicos temas que encontramos en cualquier disco de rap mainstream y que siempre suelen tener la misma fórmula de trap: ‘MANGO LASSI’, ‘YALLAH’, etc. Eso sí, a genéricas no llegan porque la producción se mantiene a un nivel excelente durante todo el LP. Dicho esto, ‘CA’ MANOLO’, con Quevedo, es un corte que podría entrar en esta categoría, pero en su lugar es una de las mejores colaboraciones que ha firmado el gigante canario.

‘BOMBAY A LAS PALMAS’ y ‘ALYX’, las dos últimas canciones, son las que debes escuchar si te quieres enterar de quién es Abhir Hathi. “Después de un tiempo me siento vivo otra vez, tuve crisis de identidad, pero la flipeé, le di la vuelta cual cajero y ahora estoy de diez” es el resumen del disco. También se acuerda de sus haters, pero a diferencia de otros momentos del álbum, no desea nada malo, porque él ya ha alcanzado su paz: “Así es como me río de la gente que solo puede ser racista detrás de fotos de anime / Dios les cuide, Dios les salve”. Coherente durante sus 46 minutos, ‘BROWN BOY’ lo sigue siendo en su final. En este disco, Abhir ha hecho lo que él, y solo él, ha querido, y la clave de esto nos la da en ‘ALYX’: “Al servicio de Dios, ya no me tomo tan en serio”.

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Publicado por
Gabriel Cárcoba
Tags: abhir hathi