Música

Zahara también incendia Madrid (y Eva Amaral contribuye un poco)

Juraría que ya había ido a despedir ‘PUTA‘, nuestro Disco del Año de hace DOS AÑOS. Pero lo que Zahara despide esta vez es la ‘PUTA RAVE’, el espectáculo diferente, techno, que surgió después, y que se supone que tenía que ser uno de los reclamos del madrileño festival Dcode en 2023. Cancelado este por la enfermedad de su cabeza de cartel, Lewis Capaldi, la promotora Live Nation organizaba una despedida de esta era en esa suerte de invernadero que alguien ha tenido a bien plantar en medio de la plaza de toros de Las Ventas. Las 3.000 entradas se agotaban con semanas de antelación.

Antes de que empiece el show, un aviso en las dos pantallas nos invita a ser libres y nosotrxs mismxs durante 75 minutos. La izquierda acaba de asegurar un gobierno de coalición para el país 4 años más, entre otras cosas prometiendo un pacto de estado para la comunidad LGTB y un presupuesto de «10 euros contra la violencia machista por cada euro que retiren los gobiernos autonómicos», y diría que el ambiente de euforia colectiva que se da está algo influido por eso. La gente enloquece literalmente, como servidor jamás había visto en un concierto de Zahara, en cuanto las pantallas advierten que va a sonar ‘ESTO NO ES UNA CANCIÓN POLÍTICA’.

Se trata de un spoken word de Zahara sobre tremendo trallazo de base, y la cantante bromea al final, tras 2 minutos enteros de ovación envuelta en una bandera LGTBIQ+: «Estoy muy contenta porque esta canción que NO es política y acabamos de interpretar, quizá la podamos seguir interpretando los próximos 4 años». Mientras los contenedores en los aledaños de la calle Ferraz arden por 14ª noche consecutiva, su show también arde un poco en ese momento.

Este tema, el último que ha publicado Zahara, es una irónica grabación post-‘PUTA’ en la que la artista reflexiona sobre la influencia de este disco que denunciaba abusos y violencia machista. La artista habla sobre haber sobrevivido a este proceso de creación y a la recepción abrumadora del público, primero muy a favor y después muy en contra. Recordemos que la ultraderecha llegó a publicar su número de teléfono en redes, tras la polémica por la exhibición de la portada del álbum en las calles de Toledo, anunciando un concierto. De manera muy inesperada, pues el tema es más raro que un perro verde, ‘ESTA NO ES UNA CANCIÓN POLÍTICA’ es uno de los grandes highlights de una RAVE renovada que no ha hecho sino perfeccionarse y venirse muy arriba desde aquellos tiempos en que se estrenaba en festivales, de manera fatídica, completamente de día.

Ya no hay adaptaciones de Taylor Swift o Britney Spears. El show empieza ahora con versiones energéticas de ‘flotante’ y ‘TAYLOR’, enseguida se desprende de ‘MERICHANE’ e incorpora cosas como la colaboración con Natalia Lacunza y alguna adaptación suelta de temas de los discos anteriores: ‘Crash’ pasa de ser un tema rock a un pepinaco gozado con varias bailarinas, y ‘Camino a L.A.’ también luce como una composición completamente nueva.

Hablaba de las cumbres de la noche y aún aguardaban dos. Zahara agradeció a Eva Amaral haber dado uno de «los conciertos más importantes de [su] vida», incluso aunque no había podido ir. Se refería, claro, a aquel día en que Eva enseñó las tetas en Sonorama, dedicándoselo a varias cantantes femeninas, Zahara entre ellas. Esta aseguraba que Eva no había podido asistir, pero mentía como una bellaca. La líder de Amaral apareció para bordar una versión casi a capella de ‘DOLORES’ que sirvió como pequeño descanso entre hit y hit. De hecho, no había acabado todavía cuando empezaban a sonar los beats de ‘I Feel Love’ de Donna Summer, y luego un tema de Charli XCX, para dar paso a la traca final.

Como sí era de esperar, el show termina con ‘La bestia cena en casa’ y ‘berlín U5’, suponemos que la canción de esta era que sobrevivirá para siempre en el repertorio de Zahara, cuando no tenga ganas de recordar la intensidad de ‘PUTA’.

Tengo mis más y mis menos con el recinto de Las Ventas: el sonido ha mejorado, pero la disposición del escenario no favorece demasiado la visibilidad. Es el único pero que se me puede ocurrir para el que puede ser el mejor concierto de Zahara que yo haya visto. Tal fue el componente emocional de despedirse de tan intensas canciones (por suerte en la RAVE no hay lugar para la desgarradora ‘SANSA’), tal fue la química con el público, tal fue su voz y sus coreografías, momento twerking incluido.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: amaralzahara