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Ty Segall / Three Bells

Lo mejor: ‘The Bell’, ‘Void’, ‘Reflections’, ‘Denée’
Te gustará si te gusta: King Gizzard and the Lizard Wizard, Thee Oh Sees, David Bowie
Escúchalo Youtube

A estas alturas, un nuevo álbum de Ty Segall no supone ninguna sorpresa. El prolífico artista californiano debutó en 2008 y desde entonces, lleva más de una veintena de discos (incluyendo varias colaboraciones) a sus espaldas. Entre la grandísima oferta musical que ve la luz cada semana y su abrumador despliegue artístico, no siempre es sencillo estar al día con su obra, que se erige como un ejemplo encomiable de consistencia.

No hay ningún disco en su catálogo que no tenga al menos algo que merezca la pena, pero es cierto que esa calidad constante a veces se traduce en quedarse en exceso en su zona de confort, pese que en los últimos años se ha notado su esfuerzo por salir de ella. Algo palpable también en algunos de sus discos más relevantes, como ‘Manipulator’ o ‘Freedom’s Goblin’, que en cierta manera lo hacían, empujando su clásico garage rock a diversos territorios sonoros. ‘Three Bells’ sigue esta estela sin desmarcarse de lo que es habitual en la música de Segall, pero logrando algunas de las composiciones más completas y brillantes que se le recuerdan en mucho tiempo.

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Sumergiéndose de lleno en el rock psicodélico y el rock progresivo, el artista logra una colección de 15 canciones que cobran vida propia gracias a sus melodías juguetonas e inquietas. Superando la hora de duración, el álbum ofrece todo un festín de riffs de guitarra sorprendentes donde se puede intuir el carácter más improvisado y libre de su manera de hacer música.

‘The Bell’, con la que abre el disco, es toda una declaración de intenciones que avisa de lo que vendrá a continuación. Es una canción marcada por sus constantes cambios de tempo y una misteriosa progresión que nunca sabes adónde te va a llevar. De la misma manera funciona la aventura psicodélica de ‘Void’, uno de los cortes clave, donde al igual que en la anterior, el artista vuelve a insistir en una letra críptica donde se menciona el sonido de las tres campanas que titulan esta obra, así como en una estructura desorganizada cuyos riffs y tonos glam retrotraen al Bowie de ‘The Man Who Sold the World’.

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Segall propone cada canción como una incursión en distintas texturas del rock psicodélico. Así, tenemos los envolventes arpegios de la extraordinaria ‘Reflections’ o la odisea jazz-rock de ‘Denée’, cuya única palabra que se repite es la del título, es decir, el nombre de su mujer, quien, además, canta en la romántica ‘Move’. Aunque entre esas novedades sónicas también encontramos varios cortes con el sello clásico de Segall como ‘Eggman’ o ‘My Best Friend’, funcionando particularmente bien esta última.

Al igual que ese reflejo en movimiento de su rostro en la portada, la música de Segall es revoltosa, siempre cambiante, rebelde. Precisamente por eso, bañarse en las aguas de ‘Three Bells’ es tan fascinante: nunca sabes dónde te llevará la corriente, pero tienes la certeza de que el sitio en el que termines merecerá la pena.

Jamie xx / In Waves

Floating Points / Cascade

<b>Lo mejor</b>: ‘The Bell’, ‘Void’, ‘Reflections’, ‘Denée’<br> <b>Te gustará si te gusta</b>: King Gizzard and the Lizard Wizard, Thee Oh Sees, David Bowie<br> <b>Escúchalo</b> <a href="https://www.youtube.com/watch?v=yCxNUKNgqyQ">Youtube</a><br>Ty Segall / Three Bells