Dos cosas caracterizan a un grupo del estilo de Las Odio: su querencia por el sonido garaje DIY y el retrato de la cotidianidad a través de unas letras costumbristas y directas, que no pueden andarse con circunloquio alguno, que tienen que entenderse a la primera. En eso se basa su gracia y su razón de ser, en su frescura, en el ingenio con que retraten el mundo que nos rodea. Su éxito es directamente proporcional al número de frases que nos hagan reír.
El sucesor de ‘Futuras esposas‘ (2017) y ‘Autoficción‘ (2019) es ‘Presente perfecto’. Un EP muy crítico con el mundo que nos rodea, con la necesidad de aprobación por parte de los demás. «Ya no sé si estoy viva, si no me validas», dice tristemente ‘Atrapada’, cuando parecía que iba a ser una canción de serie B de la escuela de Los Nikis.
El single principal y tema titular, sin ser la grabación más inmediata de Las Odio, sí es una de las más relevantes en el desarrollo de su carrera, en tanto que habla de sí mismas. «Yo no sé dónde estaré dentro de cinco años». «Ya sé que el futuro es incierto, pero hoy estamos juntas y tenemos concierto». «Creo que en la cuenta no tendré un duro, así que voy a hacer lo que me salga del culo».
Es esta una canción de guitarras sucias, bajos post-punk y voces electroclash, en lo que podemos considerar la norma general del grupo. La gran excepción sería ‘Expectativas’, que se basa en una tranquilidad jamaicana para hablar de aquel trabajo, aquella promesa, aquel plan que siempre nos decepciona. «Expectativas: me joden la vida las ajenas y las mías».
‘La fiesta del año’ habla también de decepciones, pero aun así funcionaría mejor -sería más divertida- sí desatara la locura. Si fuera una ídem, incluso hablando de una fiesta que es un «engaño» y a duras penas un «apaño». Por eso ‘Pesado’, el tema más uptempo, podría funcionar mejor en directo pese a que su título sea mucho menos apetecible.
La gran ganadora del EP es su mayor ocurrencia de esta era. ‘Autoexplotación’ es una crítica al modo en que parece que nos autoexigimos trabajar, tener un hobby que nos llene, salir, montar un colectivo y un fanzine, mientras pensamos ya en lo siguiente. «Mi cuerpo pide más», canta Paula Jiménez de manera absurda. «Puedo con esto y más», se reafirma en este momento de turbocapitalismo salvaje. La grabación se corona con un mensaje de WhatsApp, parodia de esa amiga que no tiene tiempo de quedar -pero sí de mandarte un audio- porque todo el mundo tiene mil mejores cosas que hacer que verse y contarse qué tal. «Un beso enorme», eso sí.