Jennifer Lopez ha apostado veinte millones de dólares a que te va a interesar ver una película enteramente dedicada a su vida amorosa. Después de pasar años protagonizando comedias románticas, Lopez ha decidido que, para comedia romántica, la suya. ‘This is Me…Now: A Love Story’ es eso mismo. Y veinte millones -pagados de su bolsillo- es lo que ha costado. ¿Vale la pena?
Vayamos por partes. Jennifer Lopez se ha casado con Ben Affleck y le ha dedicado un disco, ‘This is Me…Now’. El disco no vale mucho, pero Lopez tiene un as en la manga, una superproducción estrenada en Prime Video que narra su biografía y su “adicción al amor”. Lopez ha conseguido que Dave Meyers dirija la película, y ha convencido a Jane Fonda para que aparezca en ella, a pesar de sus reservas iniciales. Fonda no lo veía claro y no es para menos: me habría gustado ver su cara mientras Lopez le explicaba el guion.
En ‘This is Me…Now: A Love Story’, Jennifer Lopez entrega una película hecha a medida. Es parte comedia, parte musical, parte delirio de Salvador Dalí, y funciona en una mezcla de todas estas cosas. La música no es el fuerte de la película, pero J Lo te vende las canciones actuando como nadie. Pero ‘This is Me…Now: A Love Story’ entretiene porque se atreve a llegar a unos extremos completamente increíbles.
Un primer extremo es evidentemente el económico. Si Jennifer Lopez imagina una fábrica del amor, Dave Meyers se lo construye. Si quiere instalar un corazón gigante, lo hace. Si quiere el bodorrio del año, lo tiene. Si quiere juntar a Jane Fonda y a Kim Petras en una misma escena, se inventa un gabinete zodiacal para ello, solo integrado por celebridades. La única manera en que This is Me…Now: A Love Story’ ha escatimado en algo, ha sido en su duración: apenas una hora, y los diez minutos finales pertenecen a créditos.
Tan indescriptible que Ben Affleck, la persona aparentemente más amargada de Hollywood, aparece en la película completamente disfrazado, ‘This is Me…Now: A Love Story’ es una película palomitera que funciona porque comete su función de entretener. Algunas escenas musicales, como la de ‘Rebound’, ambientada en una casa de cristal, son francamente espectaculares, y la calidad interpretativa de Jennifer Lopez da básicamente lo que la película necesita.
Pero lo mejor de This is Me…Now: A Love Story’ es simplemente que exista. Un proyecto tan tremendamente vanidoso solo podría haber salido de la cabeza -y de la cuenta corriente- de Jennifer Lopez. Es una pena que el “shock” que provoca ver el tráiler por primera vez, cuando no te esperas el absoluto delirio de superproducción que Jennifer se ha montado, se disipe después viendo la película, cuando esta empieza a parecer poco más que un videoclip dividido en varias partes.