Las figuras enmascaradas han sido habituales en el arte desde el teatro Noh japonés hasta la existencia de Orville Peck (que no Orville PEC) pasando por ‘Eyes Wide Shut’ de Stanley Kubrick. Allie X se convierte en uno de esos personajes en su nuevo disco, ‘Girl with No Face’. Esa “chica sin rostro” es una sombra de sí misma, una “presencia” que “emergió” durante la composición del disco mientras Alexandra Hugues trabajó en él durante años, prácticamente a solas, en su habitación, pues de hecho este es su primer disco completamente autoproducido.
El aislamiento del mundo, no solo por motivos creativos, sino también físicos y concretamente de salud, pues Allie X padece una enfermedad autoinmune que la llevó a ser hospitalizada hace unos años, inspira las canciones de ‘Girl with No Face’, que pueden aludir a un “mundo extraño” en ‘Weird World’ o incluso hacer sátira de las limitaciones físicas: el cuerpo de Allie es una prisión y ella lo “celebra” en ‘Black Eye’ o se ríe de sí misma en ‘Off with Her Tits’ burlándose de sus propios “pensamientos tormentosos”.
Con estos temas sobre la mesa puede parecer lógica, predecible incluso, la nueva evolución de Allie X hacia otro sonido que no había explorado antes, en este caso, el darkwave y el synth-pop gótico de los 80. Por un lado, las referencias a Joy Division, Clan of Xymox o Bauhaus -hasta Molchat Doma parecen asomar por aquí- dan para bingo. Por otro, Allie realmente tiene voz para sustituir a la vocalista de Within Temptation si le diera la gana.
Pero es menos noticia la enésima reinvención de Allie X -lo que ofrece ‘Girl with No Face’ se acerca más al pastiche y a la imitación que a una “reinvención” real- y lo es más que la canadiense sigue brindando una envergadura rematadamente pop a todo lo que toca. Y así, sigue siendo capaz de entregar auténticos bangers como ‘Black Eye’ u ‘Off with Her Tits’, de marcarse crescendos espectaculares como el de ‘Girl with No Face’ o incluso de bordar las baladas como hace en ‘Saddest Smile’.
Aunque la gran evolución de ‘Girl with No Face’ respecto al anterior álbum de Allie X, ‘Cape God’, es su potencial en el directo. Allie claramente ha hecho un disco para salir de gira, algo muy evidente en los beats tan EBM de ‘John and Jonathan’ o ‘Galina’. Y, aunque en ‘Software Hardware’, Hugues reconozca que le gusta “escuchar a Stereolab”, es evidente que Kraftwerk le inspiran más, al menos, en este caso. Por suerte, Allie, que ha compuesto para Troye Sivan o BTS, sabe llevar un mero ejercicio estético al siguiente nivel. Le sale de serie.
Esto es evidente en las dos canciones que enmarcan el disco. ‘Weird World’ es una introducción carismática a más no poder, desilusionada (“yo fui una chica que soñaba, pero el mundo se interpuso”) no obstante ante el descubrimiento de un “extraño mundo” que, en realidad, es el real, no el imaginado. Pero ella no pierde la esperanza y, en la pista final, ‘Truly Dreams’, sigue soñando, entregada ahora a un synth-pop más luminoso, más Human League y Erasure que oscuro. Es como un guiño a su discografía anterior, en el que Allie X se recuerda que sigue siendo la misma de siempre, aún escondida detrás de una máscara.