Lola Indigo es noticia porque se va a atrever con el Bernabéu el próximo año, y porque acaba de lanzar un hit junto a Manuel Turizo que las playlists de éxitos han acogido con los brazos abiertos. Tengo la ocasión de preguntar a la artista sobre este ‘1000 cosas’ y la cantante, tan humilde y generosa como siempre, se deshace en elogios hacia el responsable de ‘La Bachata’. «Manuel es un artista que a la gente le puede parecer de ritmo latino, pero este tema es un Jersey (Club) con un toque de guaracha. Yo lo veo como un tema Jersey. Había gente que no lo tenía claro, pero yo dije: “va a funcionar”. Cuando vino al estudio, es tan lindo que trajo un montón de opciones de versos. Quité mi intro y puse la que propuso porque me encantó. Eso es una colaboración de verdad, no «te mando mi cacho para un featuring». Manuel se empapó en la grabación. Se merece muchísimo el exitazo que tiene».
No desaprovecho mi media hora con la artista, que podéis ver en Youtube, para preguntarle por su reciente EP ‘GRX’, lo mejor que ha grabado de momento, como mínimo desde el punto de vista conceptual. Se trata de un regreso a sus orígenes, pues aunque nació en Madrid por accidente, ya hizo la comunión en Huétor Tájar, como muestra la portada de este disco. Actualmente ha vuelto a Madrid y ayuda a su madre a amueblar un piso en Granada ciudad, pero asegura que su corazón aún está en su pueblo.
De hecho, prepara un documental en el que revelará cómo se han preparado todas las colaboraciones solo con artistas de Granada, de La Zowi a Maka pasando por Dellafuente. “Es un concepto muy bien hilado. Está muy claro de dónde vienen los sonidos: el homenaje del disco, de cada canción, está muy concreto. Viene de la sinceridad máxima de hacer lo que uno más conoce. Estoy muy orgullosa».
Cuando tuvo la ocasión de enseñárselo a C. Tangana, este le preguntó por qué no había hecho algo así antes. «No sé, tenía MTV en la cabeza, y también soy eso. Me encanta ser las dos cosas. Bailar me colocaba en el escenario. Volver a casa fue lo más bonito que me pasó (…) Hice un montón de cosas y luego cogí la raíz. Y a Pucho le pasó lo mismo. Aunque yo ‘El Madrileño’ ni lo huelo. Es de mis discos favoritos en español y para mí Pucho es mi padre. Es un pedazo de genio».
Lola Indigo no recuerda cómo se conocieron. «No sé si lo llamaría amistad, pero sí hay un compadreo y un respeto mutuo. Un cariño mutuo. Fue muy emocionante verlo escuchando mi EP». Sobre una posible colaboración, realmente certifica el retiro en que actualmente se encuentra C. Tangana: «No tiene muchas ganas de eso, ojalá pillarlo por banda cuando las tenga», ríe. Si ambos comparten algo, de momento, es su dedicación al trabajo. A Mimi le han llegado unas palabras del documental de Puchito, ‘Esta ambición desmedida’, que hacen referencia a la estrategia de manera despectiva, a lo que él responde en un momento dado algo así como «Escribo barrotes como panes y me lo curro». Nos cuenta Mimi sobre su propio proyecto: «Parece que solo hay estrategia y también hay mucho de pasión. Hay mucha valentía y mucho corazón», indica situando en un 80% el valor del trabajo, de «picar piedra».
«‘El Madrileño’ yo ni lo huelo. Es de mis discos favoritos en español y para mí Pucho es mi padre. Es un pedazo de genio»
La idea de los vídeos de ‘GRX’ era mostrar sus cosas favoritas de Granada. Por eso salen el Albaicín y los burros en el vídeo de ‘Mala suerte’ con Dellafuente, la fábrica de azulejos de Fajalauza en la colaboción con Pepe y Vizio ‘De plastilina’, o las cuevas en ‘El Condenao’ con Maka. Para grabar el disco, alquiló una casa en Albuñuelas, sin saber si se disponía a grabar un EP o un par de temas. Cuando con Pepe y Vizio le salió «un temón», con La Zowi «otro temón» y con La Plazuela, que casi no pudieron ir, «otro temón», se dio cuenta de que tenía algo entre manos. «Aunque pensamos que sería muy nicho. No son los temas a los que tengo acostumbrado al fandom más mainstream. Pero me parecía bonito sacar estos temas que me recordaban a Delinquentes, a Orishas… la bachata con Saiko era lo que escuchábamos en verano en La Babilonia. Nos fuimos a la nostalgia porque es la conversación que tenemos. Nos vamos a donde hemos crecido, donde hemos ido a comer, por donde paseamos… Es lo que he escuchado siempre», concluye.
Especialmente divertida fue la grabación con La Zowi: la recogieron en el centro comercial de Neptuno, se metieron un bocadillo de tortilla entre pecho y espalda, y Lola Indigo propuso coger el estribillo del «toma que toma», mezclado con la canción de «vamos a llamar a otro elefante». La Zowi respondió: «sí, tía, me encanta, ahora lo probamos» y propuso a la primera la frase «Yo tengo un novio que me come el coño». Mimi decidió samplear las voces, hacer un bucle y acelerar el ritmo al final, para lo cual tuvo que convencer a su productor, Tunvao, como un año antes había tenido que convencer a Andrés Torres y Mauricio Rengifo de hacerlo en ‘La santa’.
Sobre ‘Yo tengo un novio’, recuerda: «yo tenía un dembow con una melodía, y quería que subieran los bpm’s y fuera casi tecnaco. Rave. Estaba escuchando un remix de un tema que se llama ‘Marianela’ y quería algo así pero más hardcore. Al principio los productores no lo acababan de ver. Es tocar mucho los huevos». Sobre su papel en el estudio, puntualiza: «Yo no sé producir, pero en mi cabeza sí está la producción. Encontrar un buen intérprete es lo ideal. Se trata de coger las riendas de la sesión».
Cada canción de ‘GRX’ expresa la visión que Lola Indigo tiene sobre cada colaborador, ¿pero cómo la veían a ella? «El Chino se sorprendió cuando le mandé la canción y eso me gustó mucho. Yo no me sorprendí. Sé cuál es mi dominio, llevo 6 años haciendo carrera, no tengo que defenderme ante nadie. Pero hasta ahora nunca he sentido que tuviera una canción para él. Quería que sonara a Dellafuente pero que fuera diferente a lo que él tiene. Le he dicho muchas veces que quería colaborar, pero sin tema no iba a haber colaboración…»
Sobre la temática de ‘Mala suerte’, revela: “me ha pasado que he estado con personas que emocionalmente estaban muy desordenados. Si topas con alguien que no tiene inteligencia emocional, se aleja, evita la conversación. Con las mujeres no me pasa tanto. Con los hombres, sí. A lo mejor es algo cultural, de la infancia, de hacerte el duro. Y la canción también va de eso”. Y del desengaño, un tema que empapa todo el EP -excepto el tema con La Plazuela, más alegre-, con el sintagma «mala suerte» apareciendo en la mitad de los temas. “Me pilló en ese momento. En lo que pensaba en verdad era en la nostalgia. Los artistas de Granada somos muy lorquianos, muy sentidos”, bromea apuntándose al pecho.
No puedo dejar pasar la mención a la «inteligencia emocional» sin preguntar por Belén Aguilera, con quien Lola Indigo cantó ‘La tirita’ sobre el amor tóxico. «Belén nunca deja de sorprenderme. Es de las mejores letristas de España, si no la mejor. Cuenta las cosas con palabras muy de ella pero también para una generación que ha vivido una crisis económica, pandemia… Todo. No es una generación de cristal, es una generación que ha pasado por cosas traumáticas. Ella entra en esa brechita y le da sentido a lo que los chavales tienen en la mente. ¡Si fuera un animal, yo también sería un galgo!», exclama en referencia a otra de sus canciones emblema.
«Belén Aguilera nunca deja de sorprenderme. Es de las mejores letristas de España, si no la mejor»
Ambas comparten su admiración por las divas de los 2000. Ambas crecieron con canciones de Britney, Christina Aguilera, y muy especialmente Beyoncé. Aprovecho para preguntarle si Knowles y los artistas anglosajones continúan siendo un referente para ella, sobre todo ahora que está mirando más hacia las raíces latinas. ¿Qué opina del revival primero noventero de Beyoncé, y ahora del country? «Lo de Beyoncé me parece reivindicativo. Intelectual. Al principio no lo entendí mucho. Pero colocar una canción country en el número 1 después de que no la dejaran entrar en las radios country con ‘Daddys Lessons’ es decir «Puedo hacer lo que me salga del coño». También quiero saber qué cojones está haciendo Lady Gaga porque me estoy muriendo de ganas». ¿Se ve entonces adaptando el country también: «No nos toca. No tendría lógica. Yo puedo hacer un corrido tumbado, pero no me toca. Aunque lo puedo mezclar con mi raíz, melodías más flamencas, con castañueñas, ¿sabes? Cuando uno navega en lo que conoce, salen cosas interesantes».
Es obligatorio preguntar por el Bernabéu, un show en el que se juega todo a una carta, pues será un show que por montaje no podrá llevarse a otros espacios. ¿De verdad es rentable? ¿No es mejor hacer 8 WiZinks como Dani Martín para aprovechar el mismo set? «Es un show único. Queremos hacer cosas que no se hayan hecho antes. Es un homenaje a estos 6 años, a lo mucho que hemos currado. A todos los conceptos que hemos hecho, a las historias pop que hemos creado: el cabaret de ‘4 besos’, a ‘Santería’, el planeta helado de Operación Triunfo… Han sido mis 3 personajes: la bruja, la niña y el dragón. Es hacer un show en 3 actos, dedicándole el cariño que hubieran merecido ‘La Bruja’ y ‘La Niña’ si hubiera tenido presupuesto y hubiera sabido lo que sé hoy. Sobre todo porque el covid canceló la Noche de las Brujas cuando íbamos a hacer el primer WiZink. Es hora de hacer ese concierto de las 3 Mimis, los 3 personajes. Hacerles un espectáculo». Los precios serán populares, para que la gente «de Almería» pueda coger «su ALSA y su Airbnb», hasta el punto de que duda de la rentabilidad de todo esto: «Si hago lo que tengo en la cabeza en el Bernabéu, estaremos en números rojos». Para ella, será como haber «estudiado una carrera. Poco a poco hemos ido subiendo de cursos y estamos ya en Senior Year».