Música

Julia Holter / Something in the Room She Moves

La música de Julia Holter, siempre difícil de encasillar o clasificar en etiquetas establecidas, existe en un universo propio, ajena a cualquier tipo de tendencias del mundo exterior. Si con ‘Have You In My Wilderness’ (2015) la compositora californiana se abría -en sus propios parámetros- a un sonido más pop, el exigente y fascinante, ‘Aviary’ (2018) se encargó de señalar que sus intenciones artísticas estaban lejos de satisfacer a las masas.

Algo que vuelve a confirmarse con su sexto álbum de estudio, ‘Something in the Room She Moves’, un trabajo abstracto y misterioso donde su vocación experimental y exploratoria permanece intacta, proponiendo un viaje sensorial al interior del cuerpo, a aquello que se esconde bajo la piel.

Marcada por el dolor de la pérdida de su sobrino pequeño y por la experiencia de la maternidad, la artista transita por las cavidades sonoras del cuerpo hasta llegar a las mismísimas entrañas y reflexionando sobre las complejidades del amor. “El amor puede ser desgarrador” concluye en la maravillosa ‘Talking to the Whisper’, un corte que hacia la mitad se deja llevar por la improvisación, acercándose al jazz.

En ‘Materia’, una canción compuesta únicamente de teclado y voz, y que contrasta de forma directa con el resto, Holter se cuestiona “¿qué del amor es una cuestión de amor?”. Es una pregunta sin respuesta, un asunto filosófico, como nuestra propia existencia. La artista no está tan interesada en responder a esas cuestiones como lo está en traducir sentimientos concretos en términos musicales. Es por ello por lo que existe un hueco para algo tan extraño y enigmático como ‘Meyou’, una siniestra pieza que parece querer arrastrarnos con ella a la oscuridad, situada justo en el centro de la secuencia.

No obstante, la experiencia comienza con algo radicalmente diferente: con los rayos luminosos de ‘Sun Girl’, una juguetona pieza psicodélica que funciona como introducción al barroquismo que define el proyecto. Pero sean como sean, en sus canciones siempre hay cientos de detalles en los que perderse, sonidos no siempre identificables que se entremezclan entre sí y cobran vida propia, creando momentos de belleza estremecedora. Como en la naturaleza rebelde de la sugerente y preciosa ‘Evening Mood’, una canción que intenta capturar la producción de oxitocina, la hormona del amor; en la melodía celestial del exuberante corte titular; en las percusiones acuáticas de ‘Spinning

’, el corazón pop del proyecto; o en las vibraciones inquietantes de la instrumental ‘Ocean’.

La noche es una de las grandes protagonistas en la música de Julia Holter, y aquí vuelve a ella inspirada por un ensayo sobre cómo la pérdida de visibilidad dispara y estimula la imaginación. En las elusivas letras, la compositora crea imágenes poderosas, como la luz del día chocándose contra su piel como símbolo esperanzador de que nunca estamos completamente solos, una noche que respira por sí misma o el equinoccio mostrándose ante nuestros ojos.

En plena era del streaming, donde el formato de álbum se está diluyendo en favor de la comercialidad y los fines corporativos, es un placer acercarse a un trabajo como ‘Something in the Room She Moves’, donde cada canción no tendría sentido sin la otra. Julia Holter ha creado una aventura cohesiva y vibrante con la que seguir destapando capas en cada escucha. Un disco absolutamente hipnótico, rebosante de esa creatividad e imaginación tan necesarias en el arte contemporáneo, y que fluye con la fuerza con la que lo hace la sangre saliendo de un corazón palpitante.

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Publicado por
Fernando García
Tags: julia holter