Música

Fabiana Palladino

De un lado tenemos a los proponentes del collage, la microcanción y el hit fresco e improvisado supeditado al algoritmo. Del otro, aquellos que ofrecen un producto esmerado y cuidado hasta el máximo detalle. Fabiana Palladino entra en la segunda categoría. Palladino, que se dio a conocer hace una década con una serie de singles producidos junto al enigmático Jai Paul, lleva todo este tiempo preparando su primer disco, sin prisa pero sin pausa, confiada de que nunca su obra podrá llegar demasiado tarde si el resultado es atemporal.

Es el caso de su debut homónimo diseñado nuevamente junto a Jai Paul, aunque es ella la productora principal de todas las canciones. El disco de Fabiana Palladino es a la vez nostálgico y actual: basándose fielmente en el sonido del pop de los años 80, en concreto el de Janet Jackson y Prince, Palladino le pasa un paño y lo hace sonar completamente nuevo y reluciente. No está de más que Fabiana viene cargada con una serie de canciones estupendas que ningún pero merecen.

El disco de Fabiana es, desde el principio hasta el final, un ejercicio de elegancia y virtuosismo musical de los que no sobran. A Fabiana el «expertease» le viene de serie: ella es hija del reputado bajista de sesión Pino Palladino, al que has escuchado por ejemplo en ‘Voodoo’ de D’Angelo (2000), y a lo largo de su carrera ha tocado con Jessie Ware o Sampha. Ware se encuentra entre las artistas que han recomendado el disco de Fabiana en sus redes. También Lorde, quien la considera una de las mejores artistas del momento.

Pero Fabiana solo se necesita a sí misma para convencerte de que su disco vale la pena. Las canciones son sobresalientes y la producción absolutamente exquisita del primer segundo al último. Es especialmente excelente la labor a las percusiones, la cual, añadido a la calidad de las melodías y las armonías vocales, hace que canciones como la inicial ‘Closer’ hagan sonar los ochenta mejor incluso de lo que recuerdas. Los teclados, cuando resuelven el estribillo de ‘I Care’, la gran balada del disco, son de una elegancia díficil de superar.

Un disco que toma como temática central el concepto de “solitud”, que no soledad, el de Fabiana Palladino es uno de esos álbumes de pop que cobran vida en la noche. Y ella, que durante su vida se ha empapado de la influencia de Stevie Wonder, Kate Bush o Todd Rundgren, sabe escribir una buena melodía. La de ‘Stay With Me Through the Night’ es la más clásica, y la balada más atormentada de los ochenta tampoco se le resiste en el single ‘I Can’t Dream Anymore’.

Fabiana Palladino -nativa de Londres- huye de los clichés aportando ideas y texturas sonoras que saben a siglo XXI, en una producción que hace sonar el pop y el R&B de los ochenta como si ocurrieran hoy. Pero también esquiva tópicos en unas letras que revierten expectativas. ‘I Care’ se inspira en los duetos románticos de la Motown, pero solo para darles la vuelta y “explorar la normatividad en las relaciones amorosas”. Cuando Fabiana canta que se siente “más cerca” de su amado, en ‘Close’, se engaña a sí misma, porque, en realidad, canta, “no estoy segura de que te quiera a mi lado”.

Y tampoco se resiste Fabiana a indagar en su debut en diferentes estilos. Aún sonando cohesivo y dotándose de un acabado inmaculado, hay en el debut de Palladino ecos al Prince rockero en ‘Shoulda’ y también a los sintetizadores de Depeche Mode en ‘Deeper’, que “profundizan” en el sonido de los remixes de 12 pulgadas de la época. Pero ni siquiera la actualización del sonido Aaliyah en ‘In the Fire’, fantástica, te prepara para la maravillosa balada final, ‘Forever’. Una promesa a la eternidad, de sonido setentas, que recuerda con añoranza un antiguo amor: “aunque mi vida es más simple ahora que no estamos juntos, te seguiré echando de menos”. Suena a cliché pero, en manos de Fabiana Palladino, te convence de que es algo nuevo.

Los comentarios de Disqus están cargando....
Share
Publicado por
Jordi Bardají