Alcalá Norte es un grupo de guitarras de Ciudad Lineal, Madrid, que acaba de publicar su disco de debut. Antes, singles como ‘La vida cañón’ o ‘Supermán’ han ido atrayendo a un público considerable a su música rock de corte ochentero y oscuro, hasta el punto de que Alcalá Norte ya está colgando el cartel de «todo agotado» en algunos de sus conciertos.
Otro grupo de «post-punk» -aunque ellos rechazan esta etiqueta- no debería justificar, de primeras, un revuelo como el que está empezando a generar este sexteto compuesto por Álvaro Rivas (voz), Juan Pablo Juliá Ciarelli (guitarra), Jaime Barbosa (batería), Pablo Mendoza (guitarra), Pablo ‘Admin’ (bajo) y Laura de Diego (teclados). Sin embargo, el público es listo y sabe detectar una buena canción cuando la escucha. Y, en este caso, las hay a puñados.
La propuesta de Alcalá Norte se diferencia, en primer lugar, por la voz de su cantante, Álvaro, que entona de manera afectada y teatral. Las letras devanean entre la cultura pop y la conciencia de barrio. Y el sonido emite ecos de The Cure, Echo and the Bunnymen, Joy Division y de la Movida madrileña, de Parálisis Permanente y los Smiths. Alcalá Norte admite que ha «mangado» de sus artistas favoritos y que no ha «pedido perdón», atreviéndose a reconocer lo que, en realidad, hace todo el mundo.
La música de Alcalá Norte, que ha tenido que desmentir ser un grupo de pijos, pues uno de ellos dice vivir en un «zulo con las puertas rotas», no se queda en una exploración estética de sus influencias, sino que viene acompañada por una serie de canciones con altura de himno que hace sonar a Alcalá Norte como un grupo experimentado -Barbosa militó durante siete años en Guarrerías Preciados, grupo que se separó antes de la pandemia- y no como un grupo debutante que acaba de publicar su primer disco.
Aparte de la claridad de la voz y las letras, destacan los estribillazos que Alcalá Norte firma en sus mejores canciones, como ‘Supermán’, ‘420N’ o ‘Los Chavales’. La joya escondida de su disco puede ser ‘No llores, Dr. G’, pero la canción estrella es otra.
‘La vida cañón’ es claramente la canción que está dando a conocer a Alcalá Norte. Es un alegato de la vida sencilla, del «no me falta de nada», sin lamento detrás aunque parezca lo contrario, inspirada en ‘Cuéntame’ y en ‘Mundo Gráfico‘, una revista de los años 30. “En ella preguntaban a la peña de una corrala de Lavapiés qué harían si les tocara el gordo de la Lotería. Alguien contestó que se daría «la vida cañón» y compraría un tendidito en Las Ventas, un mantón para su señora, un gramófono, un puro y viajaría a Burgos y a Soria», cuenta el grupo a ElDiario.Es. De esta historia nace el estribillo «Sombra en la ventas/ nalgas sobre blando / hace tiempo que no pienso en el horror», que promete dejar a su público afónico durante este año.
Citando palabras del mánager de la banda heavy Storm, Alcalá Norte asegura ser «un producto genuinamente español pero enfocado al éxito mundial». Partiendo de esta premisa, ‘La vida cañón’ nace ya como una canción insignia, la que marque su carrera.