Música

«Coachella debería redefinirse, volver a una esencia más musical»

Joan Pons y Aleix Ibars de Primavera Sound visitan el podcast de JENESAISPOP para hablar de la edición 2024. No solo nos recomiendan a algunos de los artistas que ellos mismos tienen más ganas de ver (Atarashii Gakko!, Lankum, Model/Actriz), sino que su presencia significa que debatimos sobre la pertinencia de los macrofestivales a día de hoy, su deriva -sobre todo a raíz de los fallos de Coachella este año-… o la decepción que supuso para todos Primavera Sound Madrid.

Hablando de cómo se elabora un cartel para contentar a nuevas y no tan nuevas generaciones, Joan Pons divide el cartel en tres tipos: «Gente que viene por primera vez cada año, y tenemos más de la que pensamos, de 18 a 25 o 27 años. Luego «young adult» hasta 40. Y «legends». Pero esto no es un 33%, un 33% y otro 33%. A lo mejor las legends van un día al festival y les pones un número de artistas para que se sientan representados por el cartel. Al «young adult», el que ha venido una vez y sigue repitiendo, les pones tus clásicos. Y a los debutantes les traes las nuevas propuestas. Si no te fijas en las nuevas propuestas, te estás estancando. Al menos a mí como fan me gusta descubrir grupos nuevos».

Respecto a los fallos de Coachella, Pons nos habla de la «influencer fatigue» de la que han hablado algunos medios, como New York Times: «Coachella había basado mucho su atractivo en los últimos años en ser el festival donde ir a molar en redes. En el último año se ha notado cierta suspicacia hacia los influencers: «Ese modo de vida es exclusivista, nunca lo voy a tener. Los vídeos son todos iguales. Esta gente ya no me importa nada». Y eso ha dejado de tener «engagement». Eso explica la venta lenta. Lo que debería hacer Coachella sería redefinirse, volver a una esencia más de la música, porque se había especializado en ser la MET GALA de los festivales. Habían creado un FOMO de «quiero ser como esta gente». Si cada vez más gente no quiere ser como esa gente, ya no compran”.

Aleix Ibars nos explica que el Primavera Sound funciona de otra manera: «Cada nombre está escogido manualmente. No nos basamos en seguir las tendencias del momento. No nos basamos en números. Hay una curadoría muy marcada, que es verdad que tiene muchos años de tradición. Hay unas sinergias. Muchos artistas son de la casa. Tienes medio camino hecho porque hay muchos grupos que cuando salgan a girar, van a querer estar en Primavera».

Es el caso de Shellac, y la muerte de Steve Albini ocupa gran parte de nuestro podcast: «Era el artista que mejor nos representaba. La música como acto de amor. Shellac no tocaban en festivales. Eran anti-festivales… pero a Primavera venían. Nos sacaban los colores en positivo. Como artista (Albini) se sentía respetado. Como público iba a ver conciertos. También iba al casino (risas) Lo ponía en comparación con los primeros festivales a que fue en Estados Unidos y le debieron parecer horribles. Pidió tocar en Auditori y vio unos estandares. A veces nos preguntaba la gente cuántas veces íbamos a traer a Shellac. Decíamos: «Todas las que ellos quieran». No había contrato. Era un apretón de manos».

Los responsables de Primavera Sound nos cuentan curiosidades como el momento en que parte de la organización hace 10 años no veía clara la participación de Stromae; o el modo en que Los Javis les convencieron de que el concierto de Stella Maris iba a merecer la pena. ¿Veremos a Carmen Machi volar por los aires en la jornada inaugural gratuita del miércoles 29 de mayo?

Respecto a lo que muchos estáis esperando, si Primavera Sound volverá a Madrid, no hay planes. Recuerda Aleix Ibars sobre el año pasado: «Fue la tormenta perfecta. Se dieron una serie de coincidencias que hicieron que la edición fuera muy complicada. Que prácticamente ni pudiera salir adelante. A posteriori, viendo cómo había funcionado, después de buscar muchas alternativas en cuanto a recintos, porque hacerla allí (en Arganda) no era adecuado, vimos que no había otro recinto capaz de absorber un festival de las dimensiones de Primavera y decidimos que de momento no iba a seguir».

Joan Pons puntualiza: «Queríamos venir a Madrid como si fuera Barcelona. El mismo modelo. No como Oporto, que no puede crecer. No nos valía la pena, casi por respeto a la ciudad. Si vamos a Madrid, vamos con todo. Podríamos dimensionar el festival a la baja, pero no creo que merezca la pena». En otro momento indica que no se ha descartado realizar un intento nunca más, pero sí de momento.

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Publicado por
Sebas E. Alonso