Música

Alfie Templeman / Radiosoul

Hace unos años, nuestro compañero Raúl Guillén fue el primero en hablar en esta web de Alfie Templeman, por entonces con apenas 17 años y, aun así, varios EPs: ‘Like An Animal’, ‘Sunday Morning Cereal’, ‘Don’t Go Wasting My Time’ y el que estaba a punto de sacar, ‘Happiness in Liquid Form’. Ya había colaborado con gente de la talla de Kid Harpoon o Justin Hayward-Young de The Vaccines, quien repetiría dos años después en su debut largo ‘Mellow Moon’, que fue el que pude cubrir en su estupendo concierto del Mad Cool.

Ahora llega su segundo largo, donde de nuevo tenemos a Hayward-Young, y también a anteriores colaboradores como Cameron Gower Poole, Will Bloomfield, Charlie J. Perry. Son nuevos, en cambio, los nombres de John Scarbrow (habitual de Arlo Parks, a quien Alfie dice haber estado escuchando obsesivamente este tiempo), Oscar Scheller (relacionado con gente tan improbable aquí como Ashnikko o Brooke Candy) y, ojo, Dan Carey y hasta ¡Nile Rodgers! Quizás se diría, por esto, que ‘Radiosoul’ es un proyecto ambicioso.

Pero Alfie, que pese a llevar ochocientas canciones publicadas tiene 21 años, no plantea en este disco grandes cuestiones pedantes, sino que es bastante coherente con su etapa vital: “va sobre cumplir los 20, entrar en una nueva década y darte cuenta de cómo te has guiado a ti mismo hacia donde te encuentras ahora, aunque no te hayas dado cuenta”, contaba hace poco.

Sobre esto versan temas como ‘Beckham’ (para la que se ha inspirado en ‘Strawberry Fields Forever’), que narra su búsqueda de piso, o el estupendo cierre con ‘Run To Tomorrow’, que llega a recordar -salvando las distancias- a los Radiohead de ‘In Rainbows’ mientras se repite a sí mismo “this is the lowest you can feel, but it will pass and you will heal, don’t fall into the trap”, dentro de un mensaje positivista que recuerda al último disco de Girl In Red.

Pero, donde aquel flaqueaba un poco en la producción, ‘Radiosoul’ destaca ya desde el tema titular, que además es el que abre el disco, cercano a la psicodelia y con saxo incluido. Aquí, Alfie reflexiona sobre el enganche a los móviles y las redes, y cómo el empobrecimiento de la población puede ser algo que se retroalimente con esto: “hay mucha superficialidad, y todo es tan caro que la gente prefiere no salir con amigos, sino usar las redes sociales y quedarte mirando el móvil todo el día”.

Temas interesantes toca también en ‘Vultures’, que bajo su sonido happy oculta una crítica a la forma en que la industria usa y presiona a los “jóvenes talentos”. No sabemos si como declaración de intenciones, pero es la única canción producida enteramente por él. Y no se le da mal, la verdad.

Más sencillas son ‘This Is Just The Beginning’ (que escribió con 14 años), el R&B de ‘Switch’ (¿no os recuerda a ‘Good Days’ de SZA el inicio?) o ‘Just A Dance‘, donde, no obstante, se nota la mano de Nile Rodgers: es simplona pero también un caramelo súper pegadizo. Pero me resultan más interesantes acercamientos al funk como los de ‘Hello Lonely’ (sobre el día a día en la pandemia), ‘Drag’ (un cruce entre Friendly Fires y Chromeo) o, sobre todo, ‘Eyes Wide Shut’. Cita como inspiración para esta canción a Prince o Talking Heads, y quizás eso está todavía lejos, pero sí que me recuerda a uno de esos temas que a Jake Shears le salían tan bien en los Scissor Sisters.

Otro highlight del disco es ‘Submarine’, entre los Arctic más amables y Harry Styles, en la que canta sobre cómo iría a visitar a su novia (podéis borrar de vuestra mente este dato si os acabo de hacer mucho daño) en submarino, ya que ella es bióloga marina. ¿Random? Quizás, y bastante simbólico respecto a ‘Radiosoul’: Alfie Templeman no busca inventar nada, ni hacer historias bigger than life, sino acercarnos a su realidad. Y, quizás por eso, le ha quedado un disco tan bueno.

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Publicado por
Pablo Tocino