Menos mal que Ptazeta no llegó a entrar en ‘Gran Hermano’, porque nos hubiésemos perdido una buena lista de temazos. Durante estos años, Zuleima del Pino González se ha ido cimentando un estatus a través de canciones en solitario, featurings con gente como Lola Índigo, Aitana, Villano Antillano y, por supuesto, Bizarrap. De hecho, si hasta ahora no la conocías pero has seguido esta edición de ‘Operación Triunfo’, seguramente fuiste a buscar quién era la autora de la Session que dio tanto a Paul Thin como a Ruslana una de sus mejores actuaciones (probablemente culpable de que acabasen top 2 y top 3).
“Criminal”, como se conoce popularmente a la Sesión 45, es uno de los mayores bops que ha publicado el productor argentino, y esto evidentemente benefició a Ptazeta, pero también podía perjudicarle por estar siempre a la sombra de ese hit. Ahora, Zuleima se acompaña de nuevo de su fiel escudero Juacko, añadiendo en la producción a Sunny Kale, Paul Fourmy, OCT8VES, Mazzari y FABV, y con todos construye este ‘Gorgona’ que, a priori, viene a desterrar eso.
Otra cosa es que lo consiga. Hay en este disco varios intentos de emular “Criminal” (a la que además se hace un guiño en una de las canciones, ‘Moncler’), pero lógicamente se quedan un peldaño por debajo (es el caso de ‘Matahari’), y son más interesantes cuando, aunque el patrón sea ese, se salen por otro lado, como ocurre con la estupenda ‘Descapotao’, extrañamente relegada a la última posición del tracklist.
Y es que la secuencia de este disco es un tanto rara: muchos cortes están en una posición como podrían estar en otra, pero sobre todo la parte final llama la atención: cuando llegan ‘La Respuesta’ con LIT killah, ‘Tiki Tiki’ con Lola Índigo y, sobre todo, ‘Mujerón’ con Villano Antillano (salió en 2022, solo meses después de su anterior disco), uno podría pensar que está en esa zona de “bonus tracks” que incluye canciones lanzadas hace tiempo para arañar streams. Y de repente salen dos de las mejores canciones del disco: ‘No me jalan’ y la mencionada ‘Descapotao’. Siendo un disco de ¡21 canciones!, más de uno quizás se quede sin descubrirlas por estar las últimas, y sí habrán escuchado cortes bastante inferiores. Por otro lado, quizás estén ahí para que, si escuchas el disco entero, eleven la sensación que se te queda, ya que llegan además precedidas por el rescate de ‘Mujerón’.
La producción (además de la tormenta de flow cuando se juntan ella y Villano) de ‘Mujerón’ y de este apartado final se echa en falta en gran parte de este disco; las canciones no están tan cuidadas como para que sea tan largo, y temas como ‘UAE’ funcionarían mejor si no hubiese tantas canciones y tan parecidas entre sí, en muchos casos. Un ejemplo de lo que falla está en las colaboraciones, casi que ninguna de ellas realmente memorable: ‘Moncler’ junto a Camin, ‘Rápido’ junto a WEST DUBAI, ‘A Oscuras’ junto a Lali, ‘Do you love me’ junto a Lucho RK o ‘Ha pasado tiempo’ junto a Ingratax pasan bastante desapercibidas, aunque quizás es preferible eso a ‘A las 12‘, que llama la atención pero no por su calidad, sino por atreverse a meter en su disco a Omar Montes. La única eficaz de las colaboraciones resulta ser ‘N’Golo’, donde Zuleima no se corta en rimar “J. Lo” con “Michelangelo” o en decir “comió de esta chuleta, y eso que era vegana / le acabó gustando, se la comió con gana”.
El descaro de Ptazeta es una de sus mayores armas, y llega a soltar “entre tus piernas sigo el rastro como Goofy” o “ay, qué rico lo mama / ve diciendo que en poco hago abuela a tu mama” en una canción titulada, además, ‘Toto’. Por eso, es una pena lo sosa que resulta ‘A Oscuras’, tanto en letra como en la producción (sorprendentemente, es el mismo productor de ‘Como en un drama italiano’ o ‘Muñekita’), quedando la sensación de que la unión de Zuleima con Lali podría haber dado algo mucho mejor.
‘Cuero’, uno de los momentos más Nathy Peluso del disco, es también otro highlight, como ‘TOA’ (que no es una cover de Jesulín de Ubrique), y lo cierto es que hay varios cortes muy buenos, por lo que da rabia que se vea perjudicado en el cómputo general por temas tan intercambiables. Una tijera en cuanto a colaboraciones y a canciones más flojas habría dado lugar a un álbum bastante mejor. Ese disco es el que tienes en la cabeza cuando le das “play” a su interesante intro… y que luego, pese al evidente talento de Ptazeta, queda bastante desdibujado.