Travis / L.A. Times

Travis consiguieron hasta 9 discos de platino en su país, Reino Unido, con su segundo álbum, el precioso ‘The Man Who’ (1999). Después de aquel, lograron entregar un single muy exitoso, el más popular de su carrera, ‘Sing’, y algún álbum notable al que el mundo ya decidió hacerle el vacío social, como ‘The Boy With No Name‘. Aunque fueron pioneros reivindicando a Britney tan pronto como en el año 2000, jamás exploraron su faceta pop. No han colaborado con Rihanna, ni mucho menos con The Chainsmokers. Llegados a su 10º álbum, se mantienen fieles a sí mismos.

‘L.A. Times’ está marcado por la residencia del cantante de Travis, Fran Healy, en California durante los últimos años. El grupo, que siempre tuvo algo de folkie, ofrece por tanto un sonido ligeramente más americano en este álbum, próximo a veces a proyectos como The Mamas and the Papas, Simon & Garfunkel o incluso Bruce Springsteen en su faceta más acústica.

Lo que no cumple este nuevo álbum de la banda es ser «el más personal de su carrera desde ‘The Man Who'». Un recurso promocional ya demasiado visto que no cuela cuando las canciones nos hablan de bares que han cerrado (‘Raze the Bar’), deciden sonar a Beck solo porque produce Tony Hoffer (‘I Hope That You Spontaneously Combust’) o hablan de manera genérica sobre el paso del tiempo (‘Live It All Again’).

En el álbum anterior había un tema en el que Fran Healy recordaba cómo le preguntaba a su madre de pequeño si no había tiendas para comprar un padre. No sé si puede haber algo más personal que eso. Como mínimo, todos los álbumes de Travis han sido de una manera o de otra discos personales. Y este no lo es especialmente, sobre todo porque a menudo decide asomarse por varias puertas, sin atreverse a atravesar ninguna.

Están las canciones que se acercan a los U2 de finales de los 80 y principios de los 90. ‘Rattle & Hum’ parece una referencia clara en la aproximación americana de ‘Alive’ y ‘Home’. Además, ‘Raze the Bar’ -con créditos de Chris Martin y Brandon Flowers, porque pasaban por allí- con su punto góspel, recuerda por melodía a ‘So Cruel’. ‘Bus’, por el contrario, se acerca a los Fleetwood Mac de los 80, y el disco se resuelve en última instancia con un pequeño rapeo spoken-word, en la inusual ‘L.A. Times’. Un registro que les sienta bien y que podría haber inspirado todo el proyecto.

Y es que ‘L.A. Times’ es un álbum mono. ¿Cómo no va a ser mono un disco que incluye un tema acústico de 2 minutos llamado ‘Naked in New York City’? ‘The River’ hace bien en elevar el nivel de épica en los últimos momentos del álbum, hablando de cómo los tropiezos en la vida no deben llevarse tus sueños por delante. Otra cosa es que nos pregunten cómo diferenciaremos este disco de otros de Travis dentro de unos años. Ni tan californiano, ni tan personal, ni tan alegre, ni tan triste.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: travis