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Doechii / Alligator Bites Never Heal

En un mundo lleno de fichajes musicales surgidos de un viral de TikTok de los que no te vuelves a acordar al día siguiente, Doechii se ha propuesto la misión de convertirse en una estrella duradera. En su mixtape ‘Alligator Bites Never Heal’ te demuestra que va en serio, que no por nada es la primera rapera mujer firmada en Top Dawg Entertainment, el sello de Kendrick Lamar; que en absoluto su legado empieza y termina en un viral llamado ‘Yucky Blucky Fruitcake’.

De momento, la aparición de Doechii en un single de Katy Perry la dará a conocer a un público que se presume mayor en un momento de baja popularidad para la autora de ‘143‘, aunque Doechii ya cuenta un fanbase considerable, y no solo porque su single ‘What is It’ sume 300 millones de streamings. Doechii -su nombre real es Jaylah Ji’mya Hickmon- lleva en esto más de un lustro: ‘Alligator Bites Never Heal’ es su segundo trabajo largo tras su debut de 2020 ‘Oh the Places You’ll Go’. El single de debut de Doechii, ‘Girls’, data de 2018.

En ‘Alligator Bites Never Heal’ la premonición del título del primer mixtape de Doechii se hace real, pero con el éxito profesional vienen otras preocupaciones inesperadas. Doechii usa estas nuevas canciones para desahogarse de las presiones a las que le ha sometido la industria. En ‘Boiled Peanuts’ se pregunta por qué su sello no la deja crear libremente, en ‘Denial is a River’ les acusa de exigirle que haga “música de TikTok”, en ‘Bloom’ lamenta haber “descuidado” partes de su vida por el éxito, en ‘Death Roll’ se pregunta cómo demonios ha llegado hasta aquí y qué piensan de ella sus amigos, esos a los que ya no puede ver.

A Doechii le siguen preocupando los problemas comunes: “Soy una estrella”, rapea en el slow jam de ‘Bloom’, “pero tengo que pagar el alquiler”. Sin embargo, Doechii no se enfrenta a sus baches con pesimismo sino con irreverencia y una considerable dosis de humor. En ‘Boom Bap’, sobre un beat de soulful hip-hop a lo Kanye West, mete pedorretas para mofarse de sus fans. Y en ‘Denial is a River’ saca a pasear sus múltiples personalidades: un rato gruñe como Nicki Minaj, el otro jadea como Missy Elliott. Al final esos ejercicios de respiración, que parodian una sesión de terapia, sirven de percusión a una Doechii que ha tirado el micro rapeando sobre el catfishing, la fama, TikTok, las drogas o hasta Wendy Williams.

Sumida en una especie de histeria post-fama que le lleva a cuestionarse absolutamente todo, incluido su valía como rapera, Doechii tira shade a otros pero sobre todo se reivindica a sí misma -cuando no se azota a sí misma también- en estas 19 canciones que transitan influencias muy evidentes del hip-hop y el R&B del pasado con un tacto ligero y ameno. Del título de ‘Alligator Bites Never Heal’ se extrae la conclusión que Doechii se deshará de todo estorbo que le impida convertirse en una estrella. Ahí entran amantes y amigos. Y en las canciones se nota que va a por todas.

El buen gusto de Doechii se hace evidente cuando suena a Ol’ Dirty Bastard, como en ‘Boiled Peanuts’, tirando de puro rap old-school, y también cuando evoca el neo-soul de Erykah Badu en ‘Hide n’ Seek’. Aunque las canciones entran muy bien en su breve duración, un primera duda surge cuando descubres que no es tan fácil ubicar la personalidad musical de Doechii en ninguna de estas producciones en las que realmente no está proponiendo nada novedoso. Aunque en ‘Wait’ rapea «he venido para quedarme», en realidad te imaginas que siga diciendo «para seguir copiando a Kendrick Lamar». El sonido del tramo final del disco se solapa muy claramente con el de Tinashe, aunque la seductora ‘Huh’ parece de Jessy Lanza. El estilo Florida club de ‘Slide’ es un buen punto del que seguir.

La verdadera Doechii se esconde en el potencial de su voz y de su flow; en ‘Catfish’ te convence de que es la “rapera más dura” espetando un verso como “Copped the Dior shit on Ventura / Took a midnight swim in my jeweler / Hatin’ bitches clog my medulla / I showed the bitch my pen, then I schooled her”. A Doechii le sobra actitud y empezar imitando a Nicki Minaj ya se puede considerar una declaración de intenciones. Sin embargo, ella en realidad quiere parecerse a otras: en el uptempo ‘Nassan Altima’, el temazo del disco, declara ser la “Madonna del hip-hop” y la “Grace Jones del trap”. De momento no se parece a ninguna, pero el “fake it ’til you make it” suele ser un buen comienzo.

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Publicado por
Jordi Bardají
Tags: doechii