Rahim C Redcar / HOPECORE

Rahim Redcar, el artista anteriormente conocido como Christine and the Queens, ha tomado decisiones muy extrañas en los últimos tiempos, como publicar dos discos muy difíciles uno seguido del otro o, ahora, cambiarse el nombre a este curioso alias. “Rahim” es una palabra árabe que significa “misericordioso” y alude a la bondad de Dios. Es, también, una nueva expresión de la fe de este artista que, en su último álbum, el espectacular ‘Paranoïa, Angels, True Love‘, se rodeó de ángeles y de espiritualidad tras la inesperada muerte de su madre, un antes y un después en su vida.

Antes llegó el frustrante ‘Redcar et les adorables étoiles‘, una primera introducción a este nuevo alias que el mundo olvidó tan pronto como llegó. Era un disco impenetrable, escrito en dos semanas, un capricho artístico de un artista que anhelaba libertad. Aquella persona que fue capaz de escribir hits de synth-pop tan emocionantes como ‘Tilted’ o ‘People I’ve been sad‘ había tomado definitivamente un camino más oscuro y enrevesado.

Por ese camino continúa Redcar en el primer disco que firma con este nombre, completamente al margen de Christine and the Queens. Sobre el papel, ‘HOPECORE’ es un disco apasionante, un trabajo ambicioso, entregado a la pista de baile, sudoroso, sexual y liberado. La realidad es otra: un producto a medio cocer, marcado por una mezcla muy pobre y una producción opaca y amateur que parece improvisada. Las canciones prometen, pero no llegan a su máximo potencial.

La liberación a través del baile y, por supuesto, también a través de Dios, si es que acaso no son la misma cosa, guían el camino de ‘HOPECORE’. El tema más importante parece ‘ELEVATE’, uno de los mejores, pues en su letra aparece el título del disco, mientras Rahim canta que ha elegido la “esperanza” en lugar de la “desesperación” y celebra que ya es capaz de “vivir su verdad” y “alinearse con Dios”. La oscura base house nos lleva a un garito mugriento y a un estado intoxicado, es decir, al mejor lugar al que la música nos puede llevar.

Rahim se libera perdonando en el tema inicial, ‘FORGIVE 8888888’, donde usa el verbo “perdonar” en lugar de “follar” (“forgive him all night”), a la vez que se envuelve de sintetizadores y percusiones frías e industriales. Esa liberación le lleva a la pura lujuria de ‘INSIDE OF M8’, en la que pide “ya nada de juegos, excepto en la cama”, y sobre todo en ‘DEEP HOLES’, que, además del título más porno de 2024, incluye una más que probable referencia al ‘I Want Your Sex’ de George Michael

, construyendo el single claro del álbum.

Pero ni ‘DEEP HOLES’ es una canción que la gente vaya a escuchar, ni ‘HOPECORE’ es un disco pensado para el público general. Solo los fans más fans de Rahim Redcar apreciarán unas canciones que dan completamente la espalda a la comercialidad y que suenan escritas a toda prisa y pensadas in situ. Las melodías son verdaderos huesos de roer esta vez y algunas están tan verdes -como la de ‘INSIDE OF M8’- que no dan la impresión de haber sido elaboradas en absoluto.

Que Rahim es un experto compositor pop se aprecia en ‘HOPECORE’ solo en momentos puntuales, como en el buen desarrollo de ‘DEEP HOLES’, en la melodía de ‘ELEVATE’, que encierra una canción mucho mejor de la que se ha publicado, o en la urgencia de unas producciones mecanizadas y bailables que no temen a nada ni a nadie. Sin embargo, los soporíferos 20 minutos de ‘OPERA – I UNDERSTAND’ no justifican su duración en absoluto. Y no, la duración no es el problema: Sufjan Stevens o Joanna Newsom han escrito canciones igual de largas y mejores.

El principal problema de esta “ópera” de Rahim Redcar es el de todo el disco: que su ambición, aunque evidente, se queda a medio gas. Rahim presume que ‘HOPECORE’ es un trabajo hecho sin intermediarios, sin intereses de por medio y, sobre todo, que es un disco creado para «liberar su alma». Toda esta charla espiritual está muy bien, pero el producto final es decepcionante. ‘HOPECORE’ es una obra 100% DIY, con cierto encanto para aquellos a los que les guste rebuscar discos olvidados de los 80 que solo se editaron en vinilo o casete, subidos de mala manera a YouTube, pero que adivino que vamos a oír muy poco.

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Publicado por
Jordi Bardají