Diego Ibáñez, Martín Vallhonrat, Mario del Valle y Juan Pedrayes siguen siendo cuatro chavales. El tercer trabajo de Carolina Durante, ‘Elige tu propia aventura’, es el más redondo hasta la fecha, introduciendo cuerdas, vientos, armonías y una colección de canciones que van directas al corazón. Asimismo, también representa el principio de un nuevo camino artístico para la banda.
El LP también ha dado la sorpresa gracias a la canción ‘Normal’, en la que interviene Rosalía y que se mantuvo en secreto durante toda la promoción del álbum, por lo que no hay ninguna mención al tema en esta entrevista. ‘Elige tu propia aventura’ será presentado en una gira de salas alrededor de todo el país que culminará con su segundo Wizink Center, el 28 de febrero de 2025.
Diego, Martín y Mario (Juan se encontraba preparando el ensayo de esa tarde) se interrumpen constantemente, se hacen coñas, se interrogan unos a otros y se apuestan sobres de Magic. A veces, se tienen que forzar a seguir con las preguntas porque podrían estar conversando entre ellos todo el día. Hemos hablado con Carolina Durante sobre las comparaciones, su disco más emocionante, lo que echan de menos en los carteles festivaleros y las jóvenes promesas de la industria.
¿Cómo os tomáis normalmente la salida de un nuevo disco?
Diego: Nos ponemos muy ansiosos. Yo también soy el más ansioso del grupo.
Martín: Creo que la época de sacar el disco es la peor. O sea, a nivel de nervios. Es un trabajo de más de un año al que hemos dedicado mogollón de tiempo, esfuerzo, pasión, expectativas, va a estar fuera, lo va a escuchar la gente y está expuesto a que la gente lo valore.
D: Hay mucho curro detrás. Muchas emociones.
¿También estáis nerviosos por el comienzo de una nueva etapa artística?
Martín: Yo creo que cada disco debería ser el comienzo de algo. Si no…
D: O el final de algo.
Martín: Que un disco sea el final de algo es un poco bajón. Luego tienes que girar y todo.
D: Ah bueno, ya, joder. Yo, por ejemplo, el anterior disco sí que lo veía como el final de todos estos años y sabía que teníamos muy claro que en el siguiente tenía que haber un cambio. Lo queríamos. Yo creo que era necesario para nosotros.
¿Os habéis quedado satisfechos con el cambio? ¿No queríais hacer ni más ni menos?
D: Yo quería hacer un poco más, pero ya lo haremos.
Martín: Yo creo que cuando estábamos haciendo el disco no teníamos del todo claro qué es lo que queríamos, pero viéndolo a posteriori lo hemos alcanzado. Sabíamos que queríamos probar cosas nuevas, grabar las canciones de otra manera y componer de otra manera sin tener un objetivo fijo. Entonces, creo que no nos hemos metido de chapuzón en la piscina del cambio, pero sí que hemos probado el agua y a la siguiente nos tiramos de cabeza.
D: Está buena el agua, eh.
¿Os importa lo que digan los fans más puretas?
D: No. Eso me suda el nacle, pero sería una bobada decir que no nos importa lo que piensen los fans, en general.
Martín: Claro que nos importa, pero no demasiado. Ojalá les guste, ¿no? Si les gusta todo lo que hemos hecho hasta ahora…
Mario: No es lo mismo los fans que los fans puretas.
D: Ah, sí. Eso me da igual.
Hay grupos con los que os han comparado mucho, como Los Nikis, que no han cambiado tanto a lo largo de su carrera. O que se quedan en lo mismo.
D: Los Nikis son muy así, igual que Los Ramones.
Martín: Claro, por eso nunca nos hemos sentido superidentificados. Creo que lo hemos dicho desde el primer EP. Vemos lo de los Nikis, pero creo que tenemos un poco más de amplitud de miras con respecto a cómo hacer las canciones. De hecho, Joaquín, bajista de Los Nikis, ha dicho esto en entrevistas. Hay mucha gente empeñada en que somos Los Nikis. Quiero decir, si te gusta ‘Cayetano’ y te gusta ‘Famoso en tres calles’, pues está bien. Me gusta hacerlo y me gusta ofrecerlo, pero creo que Carolina Durante tiene una amplitud de miras más grande.
¿Estáis más hartos de que os comparen con Los Nikis o con Los Planetas?
D: Cuando alguien dice Los Nikis, sé que no ha escuchado demasiado al grupo.
Martín: A mí me gusta cuando me dicen que les ha sonado a X y me dicen una referencia que nunca he escuchado. Y me alegro tío, porque es justo lo que queremos. Que no deje de sonar a Carolina Durante, pero que pueda recordar a otra cosa.
D: Es chulo cuando te sueltan un grupo del cual eres fan. Todo lo que escuchas va a dejar un poso en ti de alguna manera, aunque sea inconsciente.
¿Habéis estado escuchando algún disco o artista concretos en las sesiones de este álbum?
D: Hace tiempo que no me obsesiono con un disco nuevo. Sigo escuchando discos de siempre y entran en el roster nuevos, pero no me ha dado una obsesión por uno en concreto.
Martín: A mí me pasa que hay vibras de canciones que me gustan y luego pienso en hacer canciones que despierten eso. Cuando estaba buscando referencias para este disco, había un poco de todo: Yung Lean, Fugazi…
D: Lo guay es que es una banda. Rara vez Mario le va a decir a Martín lo que tiene que tocar con el bajo. Cada uno tiene sus referencias.
Mario: Tenemos gustos bastante heterogéneos, dentro de que también compartimos muchas cosas, evidentemente.
Martín: A veces está bien traer una idea o algo de referencia y no contárselo al resto. Muchas veces te das cuenta de cómo tú eres capaz de comunicar esa idea y cómo los demás son capaces de interpretarla según sus propias referencias. Eso es lo que hace que un grupo sea un grupo.
Creo que, leas donde leas, va a poner que este es vuestro disco «más ambicioso y maduro».
D: Prefiero ambicioso que maduro (risas).
Martín: Sí, maduro es un adjetivo muy feo.
¿Habéis madurado mucho desde vuestro primer lanzamiento?
Martín: Si no maduras en ocho años, también es que tienes un problema. Creo que seguimos queriendo pasárnoslo bien y haciendo música y tocando música y no queremos dar la chapa a nadie. No queremos ni educar ni nada de esto.
¿Qué es lo más valioso que habéis aprendido durante todos estos años como artistas?
D: Yo lo que he aprendido con este disco es que me tengo que fiar de mi intuición. 100%.
Martín: Brindemos por ello. Por la intuición. No comerse el tarro.
Mario: Sí, bueno, es una cosa que hemos hecho desde el principio, pero como que yo creo que ser honesto y hablar desde dentro y siendo sincero es una cosa que siempre nos ha funcionado, y creo que en este disco hay más de ello aún.
O sea, que este es vuestro disco más honesto también.
Diego: (risas) También, y más personal.
Mario: Porque es verdad, es un disco más de mirar hacia adentro.
Martín: Todos los discos que hemos hecho son personales, qué coño.
Mario: Sí, pero me refiero, que no hay tanto jiji-jaja.
Martín: Simplemente creo que hay como menos vergüenza líricamente. O sea, después de tres discos y tropecientos EPs es como: 1. Hay cosas que ya has dicho. 2. Hay cosas en las que se te quita la vergüenza. ¿Por qué coño no voy a decir esto de esta manera? Y ya está. Eso hace callo. Te aburres de ti mismo y pruebas cosas nuevas.
¿Eso te ha llevado a escribir letras más personales? (A Diego)
Diego: Yo creo que siempre lo he hecho, pero en el disco podía haber más o menos. En el primero había canciones más personales, más intensas. En el segundo hay menos y en el tercero vuelve a haber más.
Claramente, en este hay más. ¿Está totalmente basado en tus experiencias?
D: Ha habido un par de letras que ha escrito Martín también. ‘Joderse La Vida’ es suya, que para mí es top 3 hits del disco.
Yo mientras me escuchaba este disco no podía parar de pensar en cómo llevaría lo de cantarlas en el escenario todos los días. ¿No se te hace difícil revivir esos sentimientos?
D: Sí, cien por cien. Fíjate que es la primera vez que me pasa. Siempre he escrito de esta manera, pero el primero, por ejemplo, que también tenía canciones más de este estilo, no me generaba eso. A lo mejor iba más revolucionado porque todo era más nuevo y no era tan consciente, pero es verdad que con este sí que me afecta cantar las canciones. Eso no me había pasado nunca.
¿Cómo lo estás gestionando?
D: Bien. También me emociona. Es muy guay que me rompa escuchando la canción que he escuchado 257.000 veces. Que siga la emoción ahí y el sentimiento.
‘Misil’, por ejemplo, es una canción con una letra muy específica, claramente personal, pero tiene un elemento nostálgico que consigue que me llegue sin sentirme identificado con nada de lo demás.
D: Es curioso, porque Luis, nuestro mánager, cuando escuchó ‘Misil’ también me dijo eso. Esa canción la escribí con nostalgia, pero yo la escucho y digo: «Joder, es la canción alegre del disco». Yo no la veo tan nostálgica, pero claro…
Martín: Es que es igual. Con ‘Joderse La Vida’ yo quería hacer una canción divertida y no he hecho una canción divertida.
D: Según el momento que estés atravesando en tu vida, conectas con una cosa o no. Ayer, leyendo los comentarios de la peña en ‘Hamburguesas’, vi un comentario que decía: «Si esta canción me hubiese pillado hace un año y pico, me hubiese roto». Me parece supercurioso. A Mario le pasó que Martín y yo estábamos en un mood durante el disco de… pues del disco.
Mario: Sí, de lo que viene a expresar el disco, y yo estaba en un momento bastante feliz de mi vida. Luego, pasaron una serie de movidas personales que me dejaron bastante roto. Entonces, cuando estábamos grabando el disco, de repente, sí que estaba bastante en el mood. También hay que decir que, cuando estábamos componiendo todas estas canciones, aunque yo no me sintiese identificado, también me resonaban cosas. Es lo bonito de hacer música con tus amigos. Diego me puede explicar lo que siente y podemos hablar del tema, pero cuando lo pone en una canción adquiere un poder mucho más fuerte. Y sentir eso colectivamente es muy bonito.
Tampoco me parece un disco de tortura, eh.
Todos a la vez: No, no…
Martín: Nunca hemos querido hacer música para meternos más en el agujero. Siempre queremos que haya un punto de luz y diversión y de… joder, qué bonito.
D: Es como cuando lloras y luego estás bien.
Mario: Se puede decir que el disco trata un poco sobre estar comfy en el malestar. En la mierda.
Martín: Hubo un momento en el que estaban saliendo canciones muy tristes y entonces yo le dije a Diego: «Tío, hay que intentar meter algo ahí de luz, algo de esperanza, porque se nos van a querer matar los fans».
Diego: Y ahí escribí ‘TOMÉ CAFÉ’ y ‘Misil’.
Para mí la más luminosa es ‘San Juan’, que tiene una melodía que me suena super familiar y no sé por qué.
Martín: No te diré por qué, tendrás que descubrirlo (risas de todos). No tengo ningún reparo, en realidad. Dijo Mario un día: «Tío, es que me entra mazo esta melodía de Canned Heat» (‘Going Up the Country’).
Mario: Que es un temazo que flipas.
D: Yo llegué al estudio y dije: «¿Esto se puede hacer?». Y lo preguntamos, eh.
¿Por temas legales?
D: Claro, y dimos créditos, porque si no, no lo diríamos. Simplemente diríamos que hay muchas canciones iguales, no sé qué, pero no… Esto no es un guiño, es un fusile.
¿Sois más eminencias del underground o ratas del mainstream?
D: ¡Ratas del mainstream!
Martín: Las dos. Es verdad que somos bastante eminencia, pero rata del mainstream es lo que queremos ser. Queremos arrastrarnos por las cloacas del mainstream.
«Queremos arrastrarnos por las cloacas del mainstream»
Lo digo porque os iba a preguntar en qué grupos jóvenes tenéis puesta la mirada, cuál creéis que lo va a petar…
Martín: Tengo muchas ganas de escuchar el siguiente disco de La Paloma, tengo ganas de escuchar el siguiente disco de Shego, tengo ganas de ver qué pasa con la gira de Alcalá Norte. Muchas ganas de ver cómo les va esta puta gira. Es muy ambiciosa y esto creo que es algo que han hecho diferente de Shego y la Paloma. Ahora estoy muy con Las Petunias, la verdad.
D: Yo estoy deseando que surja un grupo de chavales de 19 años, que toquen de puta madre y que lo revienten. Lo llevo deseando tiempo.
¿Qué echáis en falta en los carteles de los festivales?
Martín: Conciertos divertidos, tío. Veo mucho postureo escénico en los festivales últimamente. Igual soy yo que estoy un poco empeñado.
D: Es que claro, yo me voy a pensar en qué es lo que echo en falta arriba en los carteles. Y yo echo en falta otra música. Estoy harto de hijos feos de Vetusta Morla. Te he dado el titular ahora mismo. Genial Vetusta Morla, pero sus hijos feos… Ya estoy cansado de ellos.
Martín: A mí lo que no me gusta es verlo todo tan medido.
D: Yo lo que echo en falta es que ocurra eso y mole de verdad. Rosalía lleva un show que es ultramedido y dices: «Me cago en Dios». Yo lo he visto seis veces y me he cagado en Dios en todas.
Martín: Si tú quieres diseñar o guionizar una parte de tu bolo, piensa en algo que quieres que ocurra escénicamente que mole, pero que no sea bajar y cantar con una chica de primera fila. Mierdas de estas. Creo que en festivales pasa esto. Falta espontaneidad.
Mario: Yo echo en falta que haya un cambio de piel en el cartel. Nosotros sí, un poco, y algún otro también, pero creo que los de nuestra generación no hemos llegado a romper ese techo de cristal. Es que los cabezas de cartel siguen siendo prácticamente los mismos que cuando empezamos hace ocho años.
Vamos a hablar del Wizink. Al primero, en 2023, llevasteis a Los Nikis. Ahora tenéis otro en 2025. ¿A quién vas a llevar?
Martín: Vamos a llevar a uno de esos grupos que nos gustaría que fuesen más grandes en según qué festivales. Va a ser un grupazo.
¿Y vais a cambiar también el directo?
D: Va a estar más medido (risas). Va a haber show. El directo va a seguir siendo un ladrillo en tu cara, pero dentro de ese ladrillo va a haber más vestido. Va a ser un ladrillo más bonito. Eso sí, te duele igual.
Si echáis la vista atrás en vuestra carrera, ¿Cómo se os ha quedado la aventura? ¿Habríais cambiado algo?
D: Siempre pasa eso. Siempre quieres cambiar cosas. Bueno, yo creo que el sonido del primer disco, pero es algo que se quedó ahí.
Martín: El primer disco debería sonar más parecido a este. El segundo está bien.
D: El segundo está guay.
Martín: Y el tercero habría sido otra cosa. Yo pienso que al primer disco le habría sentado muy bien sonar como este.