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Fontaines DC: cada vez más grande, cada vez mejor

Cada uno de los 4 álbumes de Fontaines DC ha sido mejor que el anterior, o si no, les ha consolidado de alguna forma. Por eso no es de extrañar que los seguidores de la banda ya no quepan ni en La Riviera. La presentación de su nuevo disco ‘Romance‘, definitivamente el mejor de su carrera, se ha programado en el WiZink Center, si bien con una parte del graderío y los laterales cerrados. Quizá en torno a los 7.000 asistentes, nada mal para un grupo que empezó en el post-punk y que no ha tenido el apoyo de la radiofórmula española, ni de las playlists de éxito, ni tampoco de TikTok.

Las canciones y los discos de Fontaines DC se han ido viralizando gracias a su alma. Grian Chatten, nacido en 1995 aunque este sábado portando una camiseta con el número 93, ha heredado la desazón de las letras de Kurt Cobain o Ian Curtis, sumando el desencanto de la juventud irlandesa y la poesía de dicho país. El grupo exhibe una bandera palestina en uno de los instrumentos, sin dejar de dibujar la de Irlanda en el rótulo con el nombre de la formación.

Una cortina gigante protege a Fontaines DC durante la interpretación del primer tema, ‘Romance’. No les vemos prácticamente hasta que este tema tan evidentemente producido por James Ford (Depeche Mode), termina. Grian Chatten se mueve de un lado a otro del escenario, como un hooligan, solo que en él la violencia es contenida, con una sensibilidad que se evidencia en su voz y en su entrega vocal, su mejor arma. En ocasiones, agarra la acústica, pero es cuando extiende sílabas cuando se engrandece de verdad.

Alguna vez, el sonido o la falta de experiencia en este tipo de recintos, les penaliza. O la batería o una guitarra rebotan demasiado, y el sonido es un tanto desligado en momentos puntuales. ‘Here’s the Thing’ suena algo caótica. Las cosas van mejorando a medida que avanza el show, y la solidez del repertorio es tal que antiguos hits como ‘Jackie Down the Line’, en segundo lugar, y ‘Boys in the Better Land’, hacia el final, no son necesariamente lo mejor del set.

Manu Pasik + WiZink

Parece que la gente reacciona especialmente a las canciones del reciente ‘Romance’, que por algo está resistiendo en listas fenomenal, hasta el punto de que echamos de menos las dos «baladas», tan ambiciosas como ‘Desire’ y ‘Motorcycle Boy’. Sin ser el corte más coreado obviamente, el track ‘Sundowner’ deja un momento mágico para todo aquel que quisiera atenderlo.

Aunque para momento mágico, ese en el que el guitarrista español, Carlos O’Connell se acercó al micro para interpretar una versión acústica de ‘Tesoros’ de Antonio Vega. Una curiosidad que sirvió para subrayar el amor de Fontaines DC tanto por los poetas como por la ciudad de Madrid.

Eso sí, si hay que hablar de lo mejor del concierto, eso solo puede ser la reunión de tres de sus mejores canciones en el bis final, que se hizo de rogar. El show se cerró con la preciosa ‘In the Modern World’, que tan bien describe el mundo caótico intoxicado de redes sociales, imágenes y estímulos de la actualidad; la emocionante ‘I Love You’ y ese broche de energía llamado ’Starburster’ en el que Grian casi rapea y se ahoga. Hay quien echó de menos que el grupo se comunicara más con el público, pero no parece su estilo. Lo suyo es transmitir de otra manera. Con cierto margen de mejora aún, Fontaines DC lo están haciendo cada vez mejor.

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Publicado por
Sebas E. Alonso
Tags: fontaines dc