Franz Ferdinand nunca habían estado 7 años sin sacar disco. Tras la marcha del batería Paul Thompson y anteriormente del carismático Nick McCarthy, ya solo el bajista Bob Hardy acompaña a Alex Kapranos, de lo que fue la formación original. La banda que a principios de siglo renovara el cruce entre música de baile y rock vivido a finales de los 70, sobrevive fiel a sí misma, con tímidos y esporádicos ejercicios de reinvención.
El single principal de este ‘The Human Fear’, el único tema del conjunto con pinta de sobrevivir en su repertorio a la larga, es ‘Audacious’. Se trata de una de sus canciones más glam, recordando al Bowie de principios de los 70, y también a los Beatles. La frescura de los primeros álbumes de estos vuelve a asomarse por ‘The Doctor’, mientras ‘Build It Up’, que versa sobre limar asperezas, mantiene el álbum arriba.
El resto es algo complicado. Las grabaciones se dividen entre un intento frustrado de sonar a viejos hits y experimentos fallidos. En el primer grupo, ‘Night or Day’ contiene los cambios de ritmo que identificaron a Franz Ferdinand en su debut, pero en este caso tan sólo consigue hacerse larga, algo bastante extraño durando el tema poco más de 3 minutos. Quizá sea ese arrastrado estribillo. Por su parte, ‘Everydaydreamer’ y ‘Bar Lonely’ suenan holgazanas incluso en sus «hooks», en el último caso unos meros «parapapás».
Entre las canciones «diferentes», el electropop medio EDM de ‘Hooked’, que contiene la idea general de todo el álbum: la del miedo a diferentes cosas, bien sea a comprometerte, a romper una relación, o a ser rechazado. Y ‘Black Eyelashes’ es al fin el gran tema griego de Kapranos, en honor a su padre, con frases que son puro turismo por Atenas, al fin y al cabo no tan lejos del carácter dominguero de un artista que ya cantó antes en alemán o en francés.
Tan pizpiretas son estas dos grabaciones bajo la producción de Mark Ralph, como cierto es que nadie pedirá ni el disco ochentero de Franz Ferdinand, ni tampoco el griego. El experimento que más cerca se queda a las puertas de significar algo en la carrera de la banda de Glasgow es ‘Tell Me Should I Stay’, que comienza a piano para derivar hacia la banda sonora de Tim Burton, y luego recuperar su sonido. Pero como les sucede desde hace tiempo, la canción queda algo por detrás de la idea. Sirva como ejemplo la portada de ‘The Human Fear’. Está hecha sobre un diseño de la artista húngara Dóra Maurer, se ha inspirado en parte del trabajo de Yoko Ono… ¿y logran Franz Ferdinand transmitir qué hay detrás de todo eso?