Chappell Roan fue una de las esperadas ganadoras en la última ceremonia de lo premios Grammy celebrada el pasado domingo. Roan, claramente la Artista Revelación de 2024, se hizo con el premio a «Best New Artist». Además, su discurso fue uno de los más aplaudidos de la noche por sus demandas a la industria musical: Roan pedía a los sellos que protejan a sus artistas con «sueldos tolerables» y «asistencia sanitaria», en lugar de dejarlos con una mano delante y otra detrás cuando deciden deshacerse de ellos.
Roan, exponiendo su caso particular, recordaba que firmó con una discográfica -Atlantic Records- cuando era menor de edad y que, cuando esta la despidió, se encontró en la calle sin experiencia laboral ni dinero para costearse un seguro médico básico. Roan explicaba que se había sentido «traicionada» por una empresa a la que había «dado todo».
No a todo el mundo le ha parecido correcto el mensaje de Chappell Roan. The Hollywood Reporter ha publicado una columna de opinión firmada por Jeff Rabhan, ejecutivo de la industria musical, que critica duramente las palabras de Roan. Según Rabhan, Roan erra al exigir que los sellos remuneren a sus artistas como si fueran «empleados con sueldo fijo» porque el modelo económico de una discográfica es «fundamentalmente diferente» al de otras empresas. Rabhan enfatiza que las «discográficas son negocios, no ONGs, y que el acuerdo es simple: ellos ponen el dinero, corren el riesgo y, en retorno, se quedan con una parte de los beneficios». Rabhan agrega que «nadie obliga a los artistas a firmar con discográficas» y que «si no les gustan los términos, pueden seguir siendo independientes».
El autor apunta que los sellos discográficos no tienen «ninguna obligación moral o ética de destinar fondos adicionales» para los artistas «más allá de anticipos y regalías».
Rabhan, que ha trabajado con artistas como Kelly Clarkson o Michelle Branch, cree que Roan está «muy verde» y «demasiado desinformada» para exigir cambios estructurales en la industria musical, y opina que Roan busca dar la imagen de ser una «outsider atacando al sistema desde dentro» cuando no lo es. Para Rabhan, Roan solo «se hace la ingenua» mientras apunta a la «máquina» que «la ha llevado donde está».
Rabhan no solo critica ferozmente a Roan, sino que propone una solución y sugiere a la autora de ‘Good Luck, Babe!‘ que abra ella una asociación para recaudar fondos destinados a apoyar a artistas emergentes, y que un «2 o 3 por ciento del anticipo» que su discográfica invierta en ella, lo done a esa fundación.
Roan ha contestado a Rabhan retándole a donar junto a ella «25.000 dólares a artistas emergentes echados por los sellos».
La columna de Jeff Rabhan se ha topado con la respuesta de Halsey, que ha contestado al ejecutivo con una carta publicada en sus stories. Para Halsey, Rabhan pone a todos los artistas en el mismo saco y asume que todos viven las mismas experiencias en la industria. Para Halsey, el texto de Rabhan es un «berrinche lleno de acusaciones y generalidades» y al autor debería «darle vergüenza» haberlo publicado, especialmente dada su experiencia en la industria.
Halsey añade: «Los anticipos ya no se dan como antes, y sirven para que el artista sobreviva, ya que su compromiso con el arte le impide trabajar un empleo normal. La inversión de la discográfica se destina a la producción del material, y el MATERIAL ORGÁNICO -la persona- que produce el producto necesita acceso a cosas como asistencia sanitaria. Chocante, lo sé».
«Si los sellos se quieren beneficiar del arte que produce el artista, el artista debería disponer de los medios básicos para vivir y sentirse seguro para crear ese arte», agrega la autora de ‘The Great Impersonator‘.