Abracadabra y… ¡voilà!: estamos en 2010. Con ‘Alejandro’, con ‘Bad Romance’… Como un sortilegio (o truco barato, según quién lo mire), ‘Abracadabra’ nos transporta 15 años atrás, cuando Lady Gaga “lo petaba” (por utilizar una expresión muy de esa época) con sus icónicos videoclips llenos de looks extravagantes y llamativas coreografías.
¿Revival o refrito? ‘Abracadabra’ recupera la estética ‘The Fame Monster’ en un clip cuya pócima narrativa es bien conocida, como un guiso tradicional, sin ingredientes secretos: simbolismo cromático (blanco inmaculado, rojo luciferino y negro tenebroso), coreografías como vehículo de expresión dramática y vestuario con diseños muy vistosos.
Desde un punto de vista temático, el vídeo recupera el espíritu de cuentos de hadas tipo ‘Las zapatillas rojas’, de Hans Christian Andersen, y la retórica del bien contra el mal como metáfora de la lucha interior. La Gaga de rojo como hechicera maligna que, desde su púlpito y a través del conjuro “baile o muerte”, lanza un maleficio que obliga al mundo a “bailar o morir”. Un conjuro que intentará romper la Gaga de blanco a grito pelado y con un nada casual crucifijo en el pecho.