Una canción de Melody’s Echo Chamber es como tomarse un chocolate caliente en pleno invierno, un lugar agradable y cómodo alejado de cualquier hostilidad. En ‘Unclouded’, Melody Prochet continúa dispuesta a reafirmar esta idea con un trabajo atmosférico que se mueve con sosiego y determinación por una amplia explanada de texturas cálidas y etéreas.
Como si las nubes fueran poco a poco abriendo paso a la claridad, las primeras notas de ‘The House That Doesn’t Exist’ inducen a un mundo onírico y enigmático poblado por elegantes secciones de cuerda y percusiones rítmicas sobre las que descansa la sugerente voz de la artista. Las letras consiguen un efecto que se asemeja mucho al de la propia música: su significado concreto es escurridizo y abogan por una narrativa sensorial y esquiva. Un ejemplo de ello es el sol reflejándose en el océano mientras varios delfines nadan al lado de la artista en una de las imágenes que crea ‘Eyes Closed’, una potente muestra de rock psicodélico guiada por una gloriosa cadencia de batería.
En ‘In the Stars’ contrasta lo críptico de sus versos con una de las melodías más inmediatas y acogedoras del proyecto. La producción, delicada y cristalina, brilla en una canción que realza su aspecto más intangible, como si fuera un recuerdo o un sueño, imposible de atrapar. ‘Childhood Dream’, una composición algo más simple pero igual de efectiva, funciona de manera similar, como si fuera una dulce ráfaga de viento que viene con la misma ligereza con la que se va.
Esto, en el caso de Melody’s Echo Chamber no es algo necesariamente negativo, ya que muchas de estas canciones se benefician de esa liviandad y salen reforzadas, aunque en ocasiones conlleva que algunas no posean la fuerza suficiente para quedarse grabadas en la memoria. En ‘Unclouded’ conviven ambos ejemplos, pero incluso las grabaciones más discretas, como ‘Flowers Turn Into Gold’ o ‘Memory’s Underground’, compensan su falta de impacto con un impoluto sentido estético.
En general, el álbum ofrece un buen puñado de momentos valiosos en prácticamente todas sus canciones, como los punteos de guitarra y los evocadores “lalalas” de ‘Into Shadows’, la belleza melancólica de los violines en ‘Broken Roses’, la dulce ensoñación psicodélica de ‘How to Leave Misery Behind’ o la animada melodía pop de la sofisticada ‘Daisy’ junto a El Michels Affair.
La atención al detalle que Melody’s Echo Chamber ha puesto en este proyecto se percibe sobre todo en el sonido envolvente y preciosista de cada uno de los instrumentos -incluyendo su bonita voz susurrante- y en los delicados arreglos que logran mitigar cierta falta de ambición de apuntar aún más alto. Desde la primera nota hasta la última, ‘Unclouded’ te arropa con su relajante rock psicodélico y ofrece durante media hora un lugar seguro en el que refugiarse del mundo exterior.