Las consecuencias del derrame cerebral que sufrió su guitarrista Dorian Cox hacen que la banda anuncie su separación justo el día en el que sale su disco de singles y rarezas.
Los críticos, siempre absortos en la búsqueda de relevos para cualquier gloria que se precie, buscan en Garneau al sucesor de Wainwright... mientras se pierden su disco, claro.