Es que en tiempos de crisis nos gusta regodearnos en la riqueza de los demás (ya sea para bien o para mal). Si no, mirad todos los programas de casas que parecen palacetes, tiendas que por entrar te cobran y esposas de señores cuyas cuentas bancarias tienen cifras con más de 6 ceros.
El tema de las descargas directas siempre me ha llamado la atención, porque lo entendía como una regresión. Hace 11 años, antes de que eMule y los Torrent irrumpieran y después de desaparecer Napster, era relativamente fácil encontrarse las últimas novedades discográficas en cualquier página. Creo que ha sido por el boom de las series que la gente se hartó se programas que funcionaban, pero que eran bastante lentos (aunque a día de hoy es relativo).
De todas formas, y volviendo un poco al cambio que está suponiendo el cierre de Megaupload, me parece un poco imprudente dar por muerta a la piratería y pensar que las cosas volverán a ser como antes. Mi novio me dijo el otro día una cosa en la que tiene razón, y es que este 'ataque' no es más que el último coletazo de una industria que está condenada a cambiar. Lo que más me fastidia es que alternativas hay, pero parece que quien tiene que ejecutar los cambios es demasiado ignorante como para verlas. ¿Que quiere ganar 100 millones en lugar de 50? Pues que siga innovando y se adapte a los consumidores, copón; que yo, como persona de a pie, estoy harta de que me digan que tengo que buscar nuevas ideas y 'emprender'.