La ventana de mi cuarto daba a un colegio público (aka Colegio Pobre) en contraposición al colegio privado al que íbamos los niños ricos, que estaba un poquito más abajo. La relación entre ambos es que los pobres nos pegaban y hacían bullying a los ricos, y los ricos nos reíamos de ellos y les imitabamos cruelmente en sus actividades de pobre... En fin, lo típico.
Pues el caso es que como mi ventana daba a su patio de colegio, específicamente a un graderío donde se sentaban a enseñarse sus carpetas, pues nos encantaba a mis amigos y a mí tirarles globos de agua que estallaran en sus carpetas abiertas. También les tirábamos libros de cursos pasados, adoquines de una obra cercana y durante una breve época, jeringuillas de verdad a las que poníamos un poco de sangre de broma para que pareciera que en ese cole los niños se pinchaban heroína...
A cambio, yo tendía a recibir palizas con cierta frecuencia al pasar por allí cuando subía del cole a mi casa, hasta que descubrí que si me hacía el digno y me ponía en plan "oye, hoy no me toquéis los huevos que he tenido un puto día de mierda en el cole y estoy hasta los cojones, así que dejadme en pal LLYA". Y me dejaban
En fin, chiquillerías.