Lo de las administraciones es muy jevi.
Cada vez dedican más recursos a tareas que no son propiamente dar servicio al ciudadano y las pocas que pueden alardear de ser un poco eficientes, como hacienda o la tgss, es en parte porque ya no hacen trabajos que hacían hace 20 años o los han traspasado a sus usuarios, y en parte porque como recaudan tienen más de todo que, por ejemplo, justicia.
Aunque los márgenes de actuación son limitados, es muy decepcionante ver como cada año que pasa en vez de depurar procedimientos obsoletos y racionalizar los escasos y mal aprovechados recursos, se enrocan en la espiral defensiva de pedir trámites y más trámites.
Tampoco ayuda el tener que aplicar una legislación mala, pero mala de echarse a llorar. Excesiva y obsoleta a partes iguales, que lo único que genera es inseguridad jurídica.
Y para rematarlo ponemos a gobiernos cuya única medida ha sido paralizar las contrataciones de personal esperando que cada administración ajuste sus recursos a los imprescindibles. Naturalmente para esas administraciones los recursos imprescindibles han sido los cargos altos y medios, los cuales eran lis responsables de decidir qué recursos son imprescindibles y qué recursos son sólo necesarios.
@flug no creo que la solución sea liberalizar. Pero sí hace falta una racionalización y una reflexión profunda de lo que queremos que sea la administración. Y es muy difícil cambiar las cuatro ruedas de un coche en marcha sin tomar daño.