Mirad: estoy de acuerdo con @corny en lo de poner "impuestas" entre comillas. Ha habido condiciones abusivas —que se pudieron negociar durante semanas y Tsipras postergó antes de decidir someterlas a un referendum que, al final, no fue más que una ficción. No es el primer rescate que se ofrece y de hecho se da, si yo dejase mi dinero —por mucho que se vaya a devolver con intereses—, querría certezas de que, al menos, puedo recuperarlo. Que parte de la cúpula europea casi extorsiona, sí; que el gobierno griego, entre victimismo y discurso redentor distorsiona, también. Pero existen zonas medias entre uno y otro.
En cualquier caso, ocurre que cuando uno llega al gobierno de un país hereda ese país en unas condiciones determinadas. Y ofrecer soluciones sin haber tenido en cuenta sus posibilidades de administración acaba siendo un fracaso. O haces ese cambio drástico que se convierte, aunque pautada, en revolución, o se queda todo en agua de borrajas. Pero querer ser parte de un sistema que condenas, y vender que no lo quieres pero luego sí lo acuerdas y firmas, es una tomadura de pelo.
El pueblo griego, más allá de sus elecciones en las urnas, no tiene la culpa de lo que hagan sus dirigentes, ¿no? No tiene la culpa de vivir como están viviendo por las barrabasadas de gobiernos anteriores, ¿no? Yo creo que no la tienen. Pero entonces, por otro lado, tampoco la tienen en España los votantes del PP o el PSOE en los casos de corrupción.
Hablar del gobierno griego como víctimas oprimidas es contraproducente, por lo que vengo a decir siempre: simplificamos, victimizamos (que es la cara humana del héroe, a la que se sobrepone al final de las épica) y así, por muy mal que se estén haciendo las cosas, es imposible arreglar nada, porque nos quedamos en la superficie y no en un análisis real.
Imagino que lo fácil ahora es que me preguntéis cuánto me pagan en 13tv por lo que acabo de decir, que si estoy en nómina del ABC o La razón, o copiar trozos de este mensaje mostrando su absurdez sin justificarla, pero eso, bueno, será lo de siempre: la superficie de las cosas. Y así seguiremos, quejándonos de lo de siempre, de cómo ocurre repetidamente todo, pero sin molestarnos en analizar aquello que está más cerca de nosotros y buscar soluciones. Imagino que en muchos casos el problema es de ideas: muchos creéis que hay que gobernar solo para el pueblo —así lo hace don Pablo Iglesia— olvidando a quienes más tienen, otros —como la parte dura del Partido Popular— creen que ese pueblo debe servir a los privilegiados. Yo creo que se debe gobernar, con equilibrio, para todos.