A ver, los argumentos se rebaten con argumentos. Es fácil convencer al taxista de turno de que si hay más mujeres trabajando fuera de casa, de alguna forma se debe costear la tarea que tradicionalmente se les asignaba en casa, cuidando de los niños y los ancianos. También que si se estudia, se entra más tarde en el mercado laboral, con lo cual la fuerza productiva se ve disminuida, amén del costo social que supone asumir la manutención y formación del joven que decide estudiar. Por otro lado el aumento de la longevidad, con el consiguiente gasto en pensiones también redunda en un mayor gasto social. Esos son los peligros que "denuncia" la profesora.
¿Cómo los rebatís?