Yo he estado a favor y en contra según etapas en mi vida. Ahora, después de mucho pensarlo estoy más cerca del no. En cualquier caso es un tema difícil y yo vengo a animar el cotarro:
1. Libertad.
En una sociedad justa cada uno debe poder desarrollar la actividad económica que desee, lo que ocurre es que hay que entender esta libertad también en su sentido negativo, en su sentido social. Es decir, hay que investigar cuántas personas ejercen la prostitución obligadas, no ya solo por una persona que la hostiga y extorsiona, sino por sus necesidades económicas y por la escasa oferta laboral que la misma sociedad le ofrece. Supongamos que todos tenemos derecho a averiguar qué es lo que más nos gusta, a formarnos gratuitamente y dedicarnos libremente a ello. ¿Cuántas personas decidirían dedicarse a la prostitución? Entender lo que significa esta actividad, como atenta a la intimidad y pervierte los placeres vitales de quien la desarrolla es importante para responder a esta pregunta. Concluyo, nadie en plena libertad desarrolla esta actividad.
2. Trabajo
Mi concepción del trabajo es marxista y como éste entiendo el trabajo desde una dimensión antropológica en la que el ser humano se desarrolla, crece y se hace persona. El hombre o la mujer habla, crea, se forma, hace... todo eso trabajando despojado del mandato imperativo de un patrón, porque sino se convierte en una mera pieza del engranaje productivo. Esto, en mi opinión, es lo que ocurre finalmente siempre con la prostitución.
3. Educación
En el ámbito socioeducativo es una tarea común mostrarnos múltiples ofertas profesionales con las que crecer y enriquecernos cultural y socialmente que aparten desvirtuaciones del concepto de trabajo como la prostitución. Porque no, amigos, no, una persona no es más libre al comerciar con su cuerpo del mismo modo que tampoco lo es vendiendo su sangre en mililitros (libremente también) sino al contrario. Hay que educarnos en que la prostitución invade la esfera de lo íntimo generalmente de las mujeres y que les despoja del placer anexo a la sexualidad entendido como un derecho.
Podría seguir pero entonces no me leeríais y yo lo que quiero es animar el debate. Yo lo que quiero es remover las ideas de lo que se quedan en la superficie de las libertades individuales y que se pregunten qué es el trabajo, qué es la libertad y en qué quieren que nos eduquemos.