El diablo a todas horas
Es como una montaña rusa de la desgracia que solo va hacia arriba. Durante 2 horas y 20 minutos hacia arriba. Un no parar de muertes, tragedias y atrocidades que va de una a otra como quien juega a unir los puntos. La ambientación y el aire de gótico sureño es lo que mejor funciona en los escasos minutos de película en los que no está muriendo nadie. Bueno, miento, durante los créditos finales tampoco muere nadie. Entre el reparto lleno de caras conocidas destacan Bill Skarsgard para bien y Robert Pattinson para no tan bien, que al parecer se negó a trabajar su acento como pedía el director y decidió ir por libre. La verdad es que suena peculiar, se le nota que actúa demasiado y desconcentra. Por lo general Pattinson me suele gustar bastante (no tanto como parece gustarse a sí mismo pero bastante). En "El faro" o en "Good Time" estaba fantástico, pero otras veces el pobre es un poco circo de tres pistas, como en The King o aquí.
Enola Holmes
Es la versión juvenil y feminista de Sherlock Holmes (pero feminista al estilo Netflix, con el mensaje escrito en mayúsculas y exclamaciones. Netflix desea muy fuerte que se note que sus producciones defienden los valores feministas, pero por desgracia a menudo son incapaces de integrar el mensaje en el guión de forma orgánica y recurren a subrayados un tanto bastos). La peli es entretenidilla y dinámica aunque previsible desde el primer minuto, con un casting extraño (a quién se le ocurrió poner a Henry Cavill de Sherlock?) y un estilo narrativo irritante: incontables flashbacks gratuitos interrumpiendo el relato y Millie Bobby Brown rompiendo la cuarta pared cada cinco minutos. No soporto a esta chica desde Stranger Things y lo último que necesitaba es que rompiera la cuarta pared para hablarme a mí, gracias, que estaba yo muy tranquilo en mi salón.