Es interesante, aunque a mí se me hizo un poquito larga y un pelín confusa también. Muy a su favor, el anacronismo deliberado de la historia, la inclusión de imágenes documentales, lo guapísima que es Jessica Cressy y el papelón que hace Luca Marinelli, que sale en el 90 % de planos de la peli y aguanta como un jabato. En contra, que la premisa argumental es un poquito insulsa y que incluye unas disquisiciones sobre filosofía política que, la verdad, aburren más que aportan.