A mí Shame sí me gustó.
Qué alegría ver pelis así de "convencionales" de vez en cuando: una historia bien construida, narrada a lo clásico, bien interpretada, entrentenida, sin posmodernidades, esteticismos innecesarios, trampas o requiebros. Sí tiene alguna escena sensiblera, aunque relativamente contenida, que no sé si acaba de encajar con el tono de narración tan sobrio de la peli. Y el personaje de la periodista pasa de zorra despiadada a empática profesional en tres segundos y medio de metraje... Pero en fin, al bueno de Clint y sus 89 añazos en el momento de rodarla tampoco le vamos a pedir que lo haga todo perfecto.