!
Es la historia de un tío que lleva una vida rutinaria y gris y un buen día se brota. No sé si es brillante o risible, probablemente más lo segundo, pero desde luego Ben Whishaw está entregadísimo y lo da todo. Por eso ya vale la pena. Con otro actor esto podía haber sido un desastre. Con él lo es solo a medias, porque consigue que sea a la vez una experiencia incómoda y pasada de rosca, pero que no puedas apartar los ojos de la pantalla.