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En las últimas semanas me he visto este par de engendros que no me explico cómo en las oficinas de Hollywood les dieron luz verde y tuvieron valor de estrenarlas en salas.
The Shadow me produjo bochorno ya desde ese prólogo con Alec Baldwin en el Tibet vestido como en un videoclip de los Army of Lovers, continuando por ese nightclub de los años 40 donde suena Kenny G, y terminando por ese pobre John Lone (que venía de películas como Manhattan Sur y El último emperador) disfrazado de una especie de tataranieto malvado de Genghis Khan porque probablamente en el Hollywood de la época si tenías rasgos asiáticos no te quedaba otra que aceptar esta clase de papeles para pagarte la hipoteca.
The Phantom tiene aún peor puntuación en Filmaffinity (3,5 vs 4,7) aunque a mí me gustó más. Lo cierto es que la peli parece escrita por un niño de 5 años, uno no especialmente espabilado, y tiene al superhéroe más lamentable que recuerdo haber visto en pantalla. Todos los diálogos y situaciones son de traca, pero al menos tiene su puntito camp, un aire nada disimulado a Indiana Jones y a Catherine Zeta Jones haciendo de villana, y bueno, la prefiero a la otra.
