Meh.
Pues es la clásica película de Daniel Monzón, tan comercial como impersonal, cine de género diseñado para ser un taquillazo, que en esta ocasión pretende ser un revival del cine quinqui (como he leído en twitter: el Stranger Things del cine quinqui). El problema es que esta vez la autenticidad brilla por su ausencia. Todo huele a postizo que tira para atrás y son pocas las cosas que funcionan. Destaco la música (momento Grecas), a la pareja protagonista (la Tere, que es la única a la que me creo, y al twink por motivos que no hace falta explicar) y, aunque las escenas de este con su familia me han parecido un espanto, he de confesar que me ha encantado encontrarme a Ainhoa Santamaría (aka La Peor Inspectora de la Historia) haciendo de la madre del protagonista.