A mí Wes Anderson siempre me había parecido un esteta que hacía comedias sin gracia sobrevaloradas por sus irritantes fans, hasta que me convertí a su religión con El Gran Hotel Budapest. Esta película es todavía más deslumbrante visualmente, una cosa loquísima que te deja boquiabierto. Cada plano es una maravilla y no sabes ni dónde mirar. Esta es la principal baza de la película pero también una pequeña pega. Resulta agotadora y mientras colapsas por un síndrome de Stendhal continuado de dos horas, no puedes mantener la atención a tanta cosa sucediendo a mil por hora en pantalla. Luego es entretenida, divertida, cuqui, te ríes en varias ocasiones y en líneas generales la he disfrutado mucho, aunque al ser una película de episodios no todos rayan al mismo nivel (el de Timotheo y McDormand es el más flojito, pero compensa por verlos a ellos) y en ese sentido, en cuanto a lo que engancha la historia, está algún peldaño por debajo de El Gran Hotel Budapest.
Red Rocket (no tiene aún cartel) es la nueva película de Sean Baker. Yo soy de los que piensan que The Florida Project está algo sobrevalorada y no entendí tanto revuelo en su día, así que he ido con reservas a ver su nueva peli, pero desde el minuto uno (NSYNC mediante) estaba dentrísimo. Es la historia de un ex-actor porno que vuelve a su pueblo natal. Una comedia dramática muy divertida con una galería genial de secundarios (muy white trash la mayoría de ellos) y en primer plano un antihéroe tan impresentable como inolvidable. Baker se la juega, porque es un personaje al que perfectamente podrías odiar y quedarte fuera de la película, pero la interpretación de Simon Rex es tan carismática que al final tienes que reírte y hasta cogerle cariño a semejante energúmeno. Han venido los dos a presentarla.