Otro clásico que tenía pendiente: "El silencio de un hombre", y menudo hombre. Es una película cool sesentera bastante entretenida, aunque no acabo de entender muy bien nada de lo que sucede. Alain Delon interpreta al asesino a sueldo perfecto, que ejecuta y luego desaparece sin dejar rastro, porque tiene esa clase de rostro anodino y poco memorable que jamás llamaría la atención en ningún lugar y que es idóneo para esta clase de trabajos. O sea, Alain Delon. Nadie se fijaría nunca en alguien con la cara de Alain Delon. Pero esta vez él comete el crimen (en un club atestado de gente) y en vez de irse lejos o a su casa, se queda por los alrededores jugando al póker vestido con el mismo sombrero y gabardina con el que entró a cometer el asesinato. Total, que se lo llevan a una rueda de reconocimiento policial. Ahí entra en escena el inspector de policía, que a pesar de que Delon tiene doble coartada y la testigo del crimen (que menuda es esa) asegura no reconocerlo, él está convencido de que Delon es culpable aún sin pruebas, como si hubiera visto la película antes que nosotros, y moviliza a la policía para seguirlo por todo París o hace cosas muy locas como entrar en su apartamento y colocarle un micro "oculto" del tamaño de un walkie talkie (me vino a la cabeza Agárralo como puedas 2 y 1/2 y aquella minicadena atada al pecho con cinta adhesiva). Y es que en el apartamento de este peligroso asesino a sueldo se cuela cualquiera, a pesar de que él tiene un sistema de seguridad de última generación consistente en un periquito en una jaula, que de alguna manera, no me preguntéis cómo, le chiva cuándo alguien ha entrado en el piso en su ausencia. Piará en morse, no sé. A pesar de todos los WTF, me lo he pasado bien viendo El silencio de un hombre, y menudo hombre, que es además una influencia bastante clara del Drive de NWR y del personaje de Ryan Gosling en aquella peli.