Como sois unas frescas, probablemente ya hayáis decidido ver la película con solo echar un vistazo al tipo barbudo de la carátula. No como yo, que la vi por cumplir con mis deberes de devoto cinéfilo, estudioso de la nueva ola del cine de autor griego. Y lo cierto es que no os arrepentiréis de verla. A lo mejor es que iba con expectativas muy bajas, con los antecedentes de toda la bazofia barata y llena de clichés que tenemos que tragar a menudo en el cine LGTBIQ+. Por eso, encontrarme con una comedia dramática fresca, sexual, meta, con momentos ingeniosos (como cuando al tratarse de una película de bajo presupuesto no pueden permitirse trabajar con animales), un guion trabajado por encima de la media del género, personajes creíbles y un perrete adorable (la Carmen del título), ya es más de lo que me esperaba. Si a eso le sumas el nutrido surtido de primeros planos gratuitos del culo del protagonista, esta es una peli que no debes perderte. Trata de dos amigos en una playa de cruising en Atenas (uno de ellos aspirante a director de cine con dudosos referentes) que planean escribir un guion sobre los eventos tragicómicos de un par de veranos atrás, que cambiaron (o no tanto) la vida al héroe de la cinta. Pero como una imagen vale más que mil palabras, la sinopsis de la película es básicamente esto: