Es la última película de Karim Aïnouz, director de Madame Sata o Praia do Futuro, que inexplicablemente entró en Sección Oficial en Cannes este año. Cuenta la historia de Heraldo, un sicario que sale huyendo de su propia incompetencia y encuentra refugio y trabajo en un motel de carretera, con eróticos resultados. Allí, como el chico es un experto en buscarse problemas (y en culpar al destino de las cosas que le pasan por gilipollas) inicia un triángulo amoroso que es el ABC de cualquier noir, y lo que sigue es como una obra de James McCain pero con sábanas de satén rojas, neones, torsos sudorosos y sonido de fondo de gemidos (hay un cartel de SILENCIO en el pasillo que te tienes que reír, porque esa casa de citas es cualquier cosa menos silenciosa) hasta una resolución un tanto absurda que redefine el concepto deus ex machina_. Pese a lo trillado del argumento, la peli se deja ver, pero si no la veis tampoco pasa nada.