Es como un intento de recuperar los sexythrillers de antaño tipo Acoso o Infiel (o incluso Eyes Wide Shut, a la que hay algún guiño), con una perspectiva feminista indagando más en, como diría alguien, "lo que siente la mujeh", sus deseos y necesidades (un poco lo que ya hicieron con el remake de Emmanuelle) y con un cierto discurso sobre las dinámicas de poder. No sorprende que Kidman ganara a mejor actriz en Venecia porque presidía el jurado Isabelle Huppert, aunque películas como La Pianista o Elle se mean en esta Babygirl, que es bastante más superficial en las formas y conservadora en el fondo. A Kidman hay que valorarle el riesgo de que una estrella de Hollywood de su categoría se atreva con un papel así, pero tampoco creo que su interpretación sea algo memorable y entiendo que no esté nominada al Oscar. Mi principal problema con la película es que no me creo nada. Ella no me transmite, su personaje no provoca la menor empatía; Banderas como marido está tan mal como solo Banderas actuando en inglés puede estarlo; Harris Dickinson como el becario que seduce y somete a la CEO de su empresa, tampoco resulta creíble con esa actitud insolente ya de entrada, y cuando finalmente se establece el vínculo entre ellos, el desarrollo de la trama es caprichoso y da la sensación de que la directora y guionista no sabe muy bien qué hacer con todo eso salvo videoclips al ritmo de INXS o George Michael, con eróticos resultados.